Avilés, M. B.

Al más puro estilo «Ying Yang», el Avilés también tiene que tener un talón de Aquiles, aunque en este caso no está tan equilibrado, ya que los blanquiazules sólo han encajado 21 goles, cuatro derrotas y cuatro empates en 29 jornadas. A los mejores minutos del equipo de cara al gol, en torno al 35, le siguen los minutos más grises por estadística, los últimos cinco de la primera parte.

Al borde del descanso, el conjunto avilesino sólo ha marcado dos goles y ha recibido cuatro. Los tantos recibidos en ese momento han tenido mucho peso en el resultado: el 1-1 del empate (2-2) ante el Llanes en casa; el 1-0 y el 2-0 de la derrota (3-1) ante el Oviedo B fuera, y el 1-0 del empate (1-1) ante el Navia fuera.

En general, los números dicen que es más difícil sorprender al Avilés en la segunda parte. De los 21 goles encajados por los blanquiazules, 14 han sido en la primera parte del encuentro. Tan sólo siete en la segunda parte y a partir del minuto 76, los tres tantos encajados por los avilesinos no han cambiado el devenir del partido, han servido para maquillar el resultado, en el caso del 1-5 en la victoria ante el Oviedo B, o para sentenciar, como el 0-2 de la derrota ante el Caudal y el 3-1 de los ovetenses.