Los ruidos extradeportivos del máximo accionista del Oviedo no penetran en las paredes de El Requexón. Al menos ése es el planteamiento seguido por Pacheta desde que se hiciera cargo del banquillo en la difícil temporada pasada. Esta semana, a pesar de las noticias en torno a Alberto González, el burgalés tiene un cometido más sencillo de lo habitual: la visita del Sporting B no permite ni un segundo de distracción.

«Entiendo las sensaciones que nuestros aficionados puedan tener ante un partido de esta naturaleza», explica el técnico, que ha adelantado su habitual comparecencia ante los medios un día al jugarse el partido el sábado; «vamos a intentar estar a la altura para que el oviedismo pueda estar orgulloso de su equipo».

Por si enfrentarse al filial del eterno rival no fuera razón suficiente para activar al personal, la situación liguera termina de ponerle tensión al asunto. La última derrota en Vecindario ha dolido en el oviedismo. Tener una oportunidad de oro para colarse entre los puestos de «play-off» y desaprovecharla de una forma tan sonada sólo puede ser superada afrontando con optimismo la recta final del campeonato. Un optimismo que nunca le ha faltado al técnico azul. «Lo importante era llegar a este tramo final con opciones y ahí estamos. Quedan 30 puntos por jugarse y el éxito se lo llevarán aquellos conjuntos que estén más concentrados. Admito que no hemos sido ese equipo fiable fuera de nuestra casa y lo estamos pagando, pero hay que seguir con las buenas sensaciones de jugar en el Tartiere», señala.

El partido de mañana traerá consigo algunas novedades en el once. La baja de Álvaro Cuello (que sufre una sobrecarga y no se ha ejercitado en los dos últimos días) se une a la de Rubiato. Candela ingresará en el lateral izquierdo para suplir al canterano, mientras que Manu Busto, el jugador llamado a marcar las diferencias desde el comienzo de temporada, abandonará su letargo en el banquillo y recuperará el mando al frente del ataque.

Las otras dos novedades son celebradas por el oviedismo con alegría. Juanma y Pelayo, indiscutibles en los esquemas de Pacheta desde que comenzara la campaña, regresarán al once.

«Recuperamos a Juanma, un futbolista muy importante. Manu Busto es un hombre clave para nosotros, es indiscutible en este equipo», afirma el técnico. «El Sporting B ya nos creo muchas dificultades en el partido de la primera vuelta y puede hacernos mucho daño si no estamos juntos. Mi equipo va a estar conectado y concentrado para ganar, aunque luego pueden suceder otras cosas. Estamos concienciados de lo que nos vamos a encontrar», añade.

En una semana de reflexión, con reunión incluida con la plantilla y capitanes, Pacheta tiene marcado en rojo la cita ante el Sporting B de mañana. La clasificación aprieta pero las sensaciones aún más. Una victoria significaría encarar la recta final en óptimas condiciones numéricas y de ánimo.