Alberto Fernández Rubio, más conocido como «Beto», capturó ayer a las cuatro y media de la tarde el campanu del río Esva. El ejemplar pesó 7,2 kilos y midió 88 centímetros. Alberto Fernández diseñó la cucharilla con la que pescó el primer salmón del río, en el coto Piedra Blanca de Valdés. Es la cucharilla que utilizó el año pasado para capturar el polémico campanu de Asturias. La sociedad de pescadores Las Mestas considera a día de hoy que el ejemplar no es el primero de la temporada y, por tanto, que es falso, pese a que no hay pruebas concluyentes que acrediten esta versión.

«Beto» de Cortina, como le conocen en la zona, es uno de los pescadores más afamados de la comarca. Hoy en día se desconoce si el campanu de Asturias de 2011, que compró una empresa gallega en la subasta de Cornellana por 6.000 euros, fue o no pescado en el Narcea. No hay estudios concluyentes ni tampoco un veredicto judicial que contradiga la versión del ribereño valdesano. Alberto Fernández volvió ayer a insistir en su inocencia y repitió su versión: que capturó el pez en el río Narcea, como acreditaron los guardas.

El pescador valdesano realizó ayer varias llamadas a conocidos restaurantes e incluso llegó a ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Valdés (con gobierno de FAC, PP y URAS) para saber si existía interés por adquirir el campanu del Esva de esta temporada. «El que más lo pague, lo lleva». Finalmente, el también reconocido pescador José Manuel Mori Cuesta, «El Marqués» (que en la apertura de esta temporada eligió el río Eo para probar suerte) adquirió el ejemplar por 3.000 euros.

Este año, el primer salmón del río Esva fue pescado en presencia de uno de los guardas del río, David García. A las cuatro de la tarde, en el coto Piedra Blanca todavía estaban los tres pescadores que habían reservado plaza: Emilio Fernández, Pablo Ardura y Alberto Fernández.

Horas antes los tres se habían quejado de la ausencia de peces en el Esva. «Hay pocos y pocos medios», explicó Emilio Fernández. A las siete y media de la mañana este pescador valdesano estaba atento al reloj para echar la caña. Quince minutos más tarde, se abría la veda del salmón y miles de pescadores trataban de alzarse con el primero del año, el campanu. No fue posible. A las diez y media de la mañana corrió la voz de que se había capturado en el Narcea y poco más tarde lo confirmó el guarda. Pese a ello, los del Esva se mantuvieron atentos durante toda la jornada «hasta que llegó la suerte a la hora de la siesta».

Pablo Ardura, pescador de 28 años, despertó a Beto de la siesta. «Me puse las botas y repetí el campanu», explicó. «Hacerse con el salmón es cuestión de suerte y de paciencia», añadió.

En las orillas del río apenas se discutió sobre la anulación de la normativa aplicada por el Gobierno socialista para recuperar la especie y la apertura de la pesca del salmón con muerte en marzo. Tampoco sobre el cupo, más permisivo.

La mayoría de los socios del colectivo de pescadores La Socala, de Valdés, no cree que las medidas llevadas a cabo por el Gobierno de Vicente Álvarez Areces, como retrasar la pesca con muerte, funcionen. Ellos apuestan por repoblar. El propio pescador del campanu del Esva se mostró ayer en sintonía con el Gobierno en funciones. «No sirve de nada retrasar la pesca, porque muchos salmones en mayo ya están enfermos. Se van a morir de igual modo», explicó con convicción Alberto Fernández.

En el Eo no hubo ayer suerte. Los pescadores abandonaron las riberas a las siete de la tarde. El campanu de la frontera con Galicia tendrá que esperar.