Gijón, J. E. CIMA

El ciclista profesional Carlos Barredo, del equipo holandés Rabobank, se marcha hoy para las grandes clásicas centroeuropeas con la ilusión de hacer algo importante. El gijonés ya tiene decidido que en mayo pasará por el quirófano aprovechando el final de las clásicas para que el doctor Antonio Maestro le solucione un problema que padece en el hombro derecho.

El que fuera ganador de la clásica de San Sebastián y también de la etapa reina de la Vuelta a España con final en los Lagos de Covadonga tiene mucha ilusión por brillar el viernes en el premio «Harelbeke» y por disputar el domingo otra clásica de prestigio como la de Gante. Siempre tuvo el sueño de buscar el triunfo en el Tour de Flandes, ahora se celebra el 1 de mayo, pero antes tiene que demostrar a su director deportivo que está muy bien en las dos anteriores.

Los dolores y la falta de movimiento en el hombro derecho ya le impidieron correr el pasado sábado el llamado «campeonato del mundo de primavera» , es decir la clásica Milán-San Remo. Ahora le toca jugar su baza en una de estas clásicas, y seguro que el gijonés lo intentará, porque ya demostró en la etapa reina de la París-Niza que estaba en un gran momento.

Esa limitación en el hombro debido a una calcificación que le oprime algún nervio se la quiere arreglar pronto el traumatólogo Antonio Maestro, jefe de los servicios médicos del Sporting, para que luego se pueda recuperar y prepararse para el Tour de Francia. De momento, el todoterreno asturiano buscará dar una alegría a los aficionados del Principado en estas primeras clásicas de Bélgica y Holanda. Condición y calidad le sobran, salvo que moleste el hombro.