Los bolos tienen futuro y Arriondas es el mejor ejemplo. Seis chavales de diez y once años, a los que se unirá en breve otro más, integran el equipo alevín de la peña «Arenes de Parres». Una escuela que ayer, tras poco más de dos meses de funcionamiento, organizó el primer torneo entre sus seis integrantes. Desde las cuatro y media de la tarde, Javier Fernández, Javier Corzo, Luis de la Fuente, José Molina, Germán San Martín y Daniel Arenas mostraron sus habilidades al lanzar las bolas, tanto para la mano como para el pulgar.

Estos chavales llevan dos meses recibiendo formación bolística de su entrenador, Emilio Alperi. Gerardo Díaz Piélagos, presidente de la peña parraguesa, destacaba ayer el enorme mérito de estos chavales, que se empeñaron en aprender a jugar a los bolos y que, gracias al apoyo de la Federación Asturiana de bolos, que preside Desiderio Díaz, se presentaron en sociedad hace poco más de dos meses. Eligieron los bolos por delante de otros deportes que están, quizá, más de moda entre la juventud, como el fútbol o incluso la bolera americana, muy practicada, sobre todo, en el ámbito urbano.

Los seis alevines de la peña «Arenes de Parres» empezaron entrenando un día a la semana, los lunes, pero otra vez su empeño en aprender y practicar más hizo que se ampliara el horario y ahora entrenan dos veces a la semana, los lunes y los miércoles, a partir de las cuatro de la tarde.

El objetivo de los dirigentes de la peña es crear una Escuela de bolos del Oriente, a la que podrían acudir niños de toda la comarca. El relevo generacional quedaría así asegurado, y con él la continuidad de la cuatreada.

En el torneo de ayer lo de menos era el resultado, pues lo importante era pasar una tarde agradable, en compañía de los amigos y los familiares. Finalmente, se impuso Dani Arena, que venció en la final a Germán San Martín. Los dos finalistas habían apeado en las semifinales a José Molina y Luis de la Fuente.