«Cabrear, cabrea. Cualquiera tiene ganas de aportar y más en esta situación». Alberto Rivera no oculta que haberse quedado fuera de las últimas tres convocatorias no es plato de buen gusto. Mucho menos cuando la temporada pasada fue uno de los futbolistas más utilizados y se convirtió en uno de los fijos en la medular. «Soy el mismo que hace un año, o hace tres meses y así lo estoy intentando mostrar. El técnico considera que hay compañeros que lo están haciendo mejor y hay que respetarlo. Sólo me queda trabajar y esperar una oportunidad», explica el de Puertollano.

La última participación de Rivera fue durante el empate ante el Racing de Santander, hace ya cuatro jornadas. Su presencia en el once se ha ido diluyendo esta temporada, incluso en la etapa de Preciado al frente del equipo. El rojiblanco, que cumplió el pasado mes de febrero 34 años, acaba contrato a final de la presente campaña. Una circunstancia que no le hace pensar en que puede vivir sus últimos meses como jugador del Sporting. «En ningún momento me lo he planteado. En lo único que pienso es en ganarle al Athletic y salir pronto de esta situación», asegura. Rivera cree que al juego del equipo le está pasando factura ocupar un puesto de descenso. «La situación pesa, y eso es evidente. Debemos estar más tranquilos, aunque es lo más difícil de lograr en estos momentos. Estamos a cuatro puntos de la salvación y tenemos opciones. Sigo confiando en que lo lograremos», concluye.