A tenor del silencio de ayer, todo lo que tenían que decir los jugadores y técnicos del Real Madrid lo soltaron en El Madrigal. En todos los casos, con Paradas Romero como destinatario. «Vaya atraco, hijo de puta», le soltó en el túnel de vestuarios Pepe. «Robar, sólo robar», gritó al cielo Cristiano Ronaldo bien cerca de los micrófonos de televisión. «A veces los árbitros nos perjudican demasiado», remató Marcelo en una entrevista a pie de campo. A partir de ese momento, nada de nada. Salvo que la proclama del presidente, Florentino Pérez, venga a cuento de la situación de un líder venido a menos: «El Madrid no se rinde jamás».

El acta de Paradas Romero fue el enlace más buscado en internet sobre la medianoche del miércoles. El árbitro andaluz respondió a la expectación. Despachó las dos tarjetas a Mourinho por sendas «observaciones» del técnico a sus decisiones y subió el tono con Özil: roja directa «por aplaudir una de mis decisiones en forma de mofa, estando muy próximo a mi persona». Y descubrió algo fuera de los focos: «Una vez finalizado el encuentro y estando en el túnel de vestuarios, el dorsal número 3 del Real Madrid, Kepler Laverán de Lima Ferreira (Pepe), se dirigió a nosotros a gritos, diciendo textualmente: «¡Vaya atraco, hijo de puta».

A la vista de los acontecimientos, Mourinho decidió que ningún integrante de la expedición hablaría con los medios de comunicación. El entrenamiento de ayer fue a puerta cerrada y el único acto público de algunos de los protagonistas de El Madrigal fue la presentación del Real Madrid Resort Island, un parque temático de mil millones de dólares en una isla de los Emiratos Árabes. En el Bernabeu estaban Mourinho, Casillas, Sergio Ramos y Benzema, pero no dijeron una palabra. El club ya ha anunciado que, pese a ser víspera de partido, tras el entrenamiento de hoy no habrá rueda de prensa.

Sí se dejaron oír ex madridistas como Guti, que en su cuenta de Twitter escribió: «Estoy con Cristiano, sólo robar, esto parece el "caso Malaya" pero en el fútbol». Otro clásico de las redes sociales estrechamente vinculado a Mourinho, Eladio Paramés, no dejó pasar la oportunidad de meter baza aludiendo al cuarto árbitro de El Madrigal, que pertenece al Comité Catalán: «Coincidencias», se limitó a escribir Paramés.

Las consecuencias del partido de Villarreal, al margen de los dos puntos perdidos, seguirán calibrándose hoy, tras conocerse los acuerdos del Comité de Competición. Se dan por seguras las sanciones a Sergio Ramos, Özil, Mourinho y Rui Faría, el preparador físico, que el miércoles sufrió la cuarta expulsión del banquillo esta temporada. Queda por saber las consecuencias para Pepe del insulto que reflejó el árbitro en el acta.

Con las tres del miércoles son ya 23 las expulsiones que ha sufrido el Madrid en la «era Mourinho», sin contar las del técnico y sus ayudantes. De ellas, siete llegaron en el carrusel de clásicos frente al Barcelona. Tal como están las cosas, las designaciones arbitrales hasta final de temporada serán examinadas con lupa. Uno de los partidos más comprometidos que le quedan al Madrid, frente a Osasuna en el Reyno de Navarra, será dirigido por el asturiano César Muñiz Fernández, el sábado 31 de marzo. El Barcelona-Athletic de Bilbao de esa misma jornada será para Mateu Lahoz, el árbitro preferido por Mourinho.