El Oviedo dio un paso de gigante en sus aspiraciones de jugar el «play-off» de ascenso a Segunda División. Los azules ganaron de manera merecida a un rival directo, el Albacete, al que también superan en el goal-average particular y se vuelven a meter en la zona de promoción después de siete jornadas.

El partido fue todo del Oviedo salvo el tramo final en el que los azules acusaron el esfuerzo físico que habían realizado ante un Albacete que ofreció muy poco, especialmente en el aspecto ofensivo. Los oviedistas fueron mejores en juego y ocasiones y aunque acabaron pidiendo la hora, resistieron al asedio final de los manchegos ante el delirio de un Tartiere entregado.

El partido tuvo ritmo e intensidad desde el primer minuto. Los dos equipos fueron conscientes de lo que estaba en juego y se aplicaron en conseguir el control del encuentro. El Oviedo, fiel a su estilo, tuvo al principio más llegadas que juego ante un Albacete que se defendió con orden y acierto, evitando siempre las segundas jugadas de los azules, pero a los manchegos les faltó profundidad para poner en aprietos a Lledó.

El Oviedo, en cambio, estuvo más presente en el área rival, aunque le faltó continuidad. A los seis minutos, los azules ya habían creado la primera jugada de peligro en una internada y posterior centro de Nano, el que aportó mayor profundidad de los locales, que Abasolo cabeceó hacia atrás y a la que no llegó Martins por muy poco. Ocho minutos después, fue de nuevo Nano el que protagonizó el primer lanzamiento entre los tres palos, en una falta directa a la que respondió Miguel con una buena intervención.

El Oviedo pasó a tener el control del partido ante un Albacete bien situado, pero muy agazapado a la espera de su oportunidad. Una clara ocasión de los locales, en el minuto 29, en un remate de cabeza de Juanpa, tras una falta sacada por Nano, fue el precedente al primer disparo de los manchegos a la portería de Lledó. Era el minuto 30 de la primera parte y el lanzamiento de Rocha salió muy desviado.

Al Oviedo le costaba tener continuidad en el juego de ataque, pero en cambio mantenía un gran nivel defensivo. Prueba de ello es que el Albacete sólo disparó una vez entre los tres palos, en el minuto 44, en un lanzamiento muy flojo de Alba.