Madrid / Nicosia, Agencias

El Madrid saltará esta noche al campo del Apoel con el objetivo de resolver la eliminatoria ya en el partido de ida. Por muy sorprendente que haya sido hasta ahora el equipo chipriota no parece que pueda poner en peligro la suerte de esta confrontación de cuartos de final ni en el primer choque.

Cierto es que al Madrid le falta un armador de juego de tanta categoría como Xabi Alonso, pero ni así se equilibran las fuerzas lógicamente. Mourinho no quiso revelar ayer quién será el sustituto del centrocampista vasco, baja por sanción, aunque todo apunta a una nueva oportunidad para Granero.

Mourinho pide públicamente «equilibrio» y recupera a dos jugadores indiscutibles que no jugaron el último partido de Liga, en la goleada a la Real Sociedad. El portugués Pepe vuelve a la defensa y el alemán Özil a la media punta.

El técnico portugués suele apostar por planteamientos más conservadores en los partidos de ida fuera de casa en eliminatorias. Renunciaría de esta manera al tridente -Cristiano Ronaldo, Higuaín y Benzema- y recuperaría para el equipo titular al brasileño Kaká en detrimento del argentino Higuaín.

Será el primer partido oficial entre el Apoel y el Madrid. El equipo de Chipre ha ganado cinco de sus siete partidos de local en la actual edición de la Liga de Campeones, que comenzó en sus fases previas. Los números del Madrid son aún mejores a domicilio. Ha ganado en siete de sus ocho últimas salidas. Su racha se cortó en la visita a Moscú en octavos ante el CSKA. En Nicosia busca un triunfo que deje encarrilada la eliminatoria.

Mourinho declaró ayer sobre el posible desenlace de la confrontación que «por mi parte asumo la responsabilidad de decir que evidentemente somos favoritos por nuestro potencial económico y deportivo. Intentaremos jugar nuestro partido. La mejor cualidad del Apoel es ser un equipo equilibrado. Para muchos es un adjetivo con poco significado, pero para mí es de los más importantes en el fútbol. Mi equipo tiene que ser equilibrado también», añadió.

El portugués también habló sobre su compatriota Coentrão, que fue silbado por el público del Bernabeu ante la Real Sociedad. «La reacción del Bernabeu no la valoro. Coentrão está bien, recuperado de su lesión, le dimos veinte minutos en el último partido para coger un poquito de ritmo. Su ánimo es bueno, pero podía ser mejor. Estamos 18 para jugar e intentar dar un paso adelante y estar dos años consecutivos en semifinales», dijo.