José Mourinho abrió ayer un nuevo frente en el Madrid. Después de que el domingo Emilio Butragueño hubiese declarado que la decisión de no hablar a los medios de comunicación tras el partido con el Villarreal había sido pactada por cuerpo técnico y plantilla, el técnico manifestó ayer en Nicosia (Chipre) que él no tenía nada que ver con tal decisión.

El entrenador del Madrid rompió la ley del silencio en la que se encontraba su equipo desde el pasado miércoles tras el polémico partido en El Madrigal, ante el Villarreal, en la rueda de prensa oficial de la UEFA en la previa de la ida de los cuartos de final de Liga de Campeones, frente al Apoel, en la que estaba obligado a comparecer.

Con rostro serio y sin querer responder preguntas que le realizaron los periodistas al respecto de la ausencia de declaraciones durante estos días, Mourinho volvió a hablar y aseguró que dejar de hablar a los medios de comunicación cuerpo técnico y plantilla no fue cuestión suya.

«Yo no soy el responsable, yo no he determinado absolutamente nada», dijo el portugués, para añadir que «no es verdad que yo haya impuesto la ley del silencio. No tengo que justificar nada, pero para complementar la anterior respuesta digo que yo no he determinado absolutamente nada y no soy el responsable».

Estas palabras contrastan con las que pronunció Emilio Butragueño el pasado domingo en el transcurso de una entrevista con Televisión Española.

El director de Relaciones Institucionales del Madrid, el popular Buitre, una de las grandes personalidades históricas del Madrid, declaró cuando se le preguntó por las razones de que no hubiese declaraciones de jugadores y técnicos que «el partido de Villarreal fue de gran tensión. Fue una postura tomada por el cuerpo técnico y el vestuario y que nosotros respetamos. Se tomó desde la prudencia y con la prudencia de evitar acumular más tensión. El encuentro estuvo rodeado de unas circunstancias muy extrañas y probablemente fue una buena decisión quedarse un poco al margen. Por todo lo que sucedió era conveniente no enfrentarnos a lo mejor a una situación que hubiese perjudicado al club. Sinceramente, en lo personal y después de todo lo que pasó, me pareció razonable quedarnos al margen».