Oviedo, N. A.

A su nivel futbolístico Pelayo ha sumado este año cierta capacidad para llegar a posiciones de remate. Especialmente palpable se hizo el domingo ante el Albacete. Con Jorge Rodríguez en el campo, los roles quedaron perfectamente definidos: el gallego se alineó prácticamente en línea con los dos centrales, mientras que Pelayo gozaría de capacidad en ataque. El resultado fue que se vio a un Pelayo más pendiente del área manchega que de la propia. El premio llegó en forma de gol que significó algo más que tres puntos: se tradujo en la vuelta del Oviedo a posiciones de «play-off» seis jornadas después.

«Sí, fue un gol importante y hacerlo el día del aniversario del Oviedo me deja el doble de satisfecho porque pude ayudar a que los aficionados se marchasen contentos del Tartiere en un día tan importante. Vivimos una tarde increíble, con una gran victoria ante un rival directo y con la afición volcada con los jugadores», reflexiona el canterano.

No fue el primer gol importante de la temporada. Algunos señalan el duelo ante el Montañeros, con victoria agónica para los azules por 2-1, como un momento clave de la temporada. Entonces Pelayo fue clave con dos goles, el segundo en el tiempo añadido. «Si son importantes para el equipo es un orgullo marcarlos, ahora me toca fuera de casa; hasta ahora sólo he hecho goles en el Tartiere y ya es hora de marcar también fuera», asegura.