El cartel de «agotadas las localidades» se colgó ayer a las 13,15 horas en el estadio de El Molinón de cara al partido trascendental del sábado ante el Zaragoza. El Consejo que preside Manuel Vega-Arango había decidido señalar esta crucial jornada como del acompañante para que los abonados pudieran adquirir localidades a precios populares y la medida surtió efecto: ayer se acabaron las últimas entradas, que eran para la «tribunona».

Se trata de la primera vez que el estadio se llena tras la última reforma, y serán más de 29.000 gargantas las que acudirán a arropar y a apoyar al Sporting ante un rival directo por evitar el descenso, como es el equipo maño. El ambiente no podrá ser mejor ante este encuentro donde ambos equipos se juegan más de tres puntos, ya que el que gane hunde al otro . Los tres últimos clasificados llegan a esta jornada empatados a 25 puntos.

En el sportinguismo crece la agitación porque se sabe que el encuentro ante el Zaragoza es vital para alejar a un rival directo y acercarse a otros equipos que están por encima en el objetivo último de la permanencia en Primera.

El Sporting cuenta actualmente con 22.500 abonados y se han vendido las 7.000 localidades restantes de taquilla. El lleno está más que asegurado y solamente habrá algún hueco si algún accionista decide no acudir al partido aunque lo normal es que de suceder esto ocupe su asiento un familiar.

Entre la plantilla también existe la mentalización de que ante el Zaragoza se juega una final. El lateral Alberto Lora reconoce que un empate «ya no vale. Hay que ganar para adelantarles y acercarnos a los rivales que van por delante con seis puntos, esperando que pinchen para darles alcance».

Esto no le impide al madrileño valorar del equipo maño que llega «muy motivado después de ganar al Atlético de Madrid y Valencia y alcanzarnos. Estarán con moral de que puede salir de abajo. Pero desde el primer minuto tenemos que morder para demostrar que jugamos en casa y que se tienen que quedar aquí los tres puntos».

Lora cumplirá ante el Zaragoza cien partidos con la camiseta sportinguista y el madrileño señala que llegar a esa cifra «es muy importante. Vine al filial con la ilusión de aprender, evolucionar y jugar un día en el primer equipo. Ahora estoy muy contento y espero que sean muchos más».

En ese centenar hubo muchos especiales. Lora recuerda «el debú en Segunda, también en Primera, ganar en el Bernabeu y los partidos que nos dieron la permanencia. Si me tengo que quedar con uno, señalaría el debút en Primera porque desde niño veías por la tele los partidos y soñabas con un día verte jugar en esos grandes estadios».