Gijón, J. E. CIMA

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Javier Clemente, entrenador del Sporting, tras la derrota en El Molinón reconoce que «este partido nos marcó para mal, aunque los futbolistas se entregaron hasta la extenuación, pero nos han vuelto a meter goles tontos. El primero encajado se empezó con una mala entrega. Y luego, al final del partido, cuando habíamos hecho méritos para vencer y parecía que acababa en empate, se nos fueron por la banda y lo acabaron metiendo de puntera. No tenemos ni un poco de suerte. A veces somos un poco críos y nos marcan con oficio».

Muchos aficionados ayer abandonaban El Molinón viéndose ya en Segunda División. Clemente, con su sinceridad, explica que «lo tenemos muy difícil, pero aún quedan partidos y el equipo tiene que seguir jugando al límite, aunque ahora no pudimos sacar el partido adelante. La afición nos dio un ejemplo llenando el campo, ya que tenemos sólo 25 puntos, y animando hasta el minuto 90. Los jugadores se dieron una gran paliza y el equipo dio todo lo que tiene».

El técnico de Baracaldo explicaba que estaba cabreado «porque ésta es una derrota muy pesada. Cuando nos faltan un par de jugadores, el equipo está un poco tocado. Hay que ver que primero tuvimos la baja de Gregory, luego la de Mendy y ahora la última fue la de otro central como Botía. Con todo esto, lógicamente estoy un poco caído, porque éste es el equipo que tenemos. Tengo una lectura para mis adentros de lo que nos pasa, pero no puedo entrar a valorarlo públicamente porque los jugadores se han matado sobre el campo».

Clemente ya lleva semanas trabajando para buscar no encajar tantos goles. «Retocas en un sitio y luego sopla el viento por el otro lado. En la segunda parte veía más cerca la victoria, pero nos cae un gol ridículo. Ya nos pasó así en Granada, también ante el Mallorca y sólo tuvimos un poco el santo de cara en San Mamés. Ver ahora al final del partido cómo están los chavales en el vestuario no es nada agradable y después de esa paliza no puedes más que animarles. En el fútbol no sólo es entrega, son más cosas», sentencia.

Por otra parte, en el descanso del partido, Mate Bilic, que en su día jugó también en el Zaragoza, estuvo en el palco saludando a los directivos maños y al propio presidente Agapito. También acudió a El Molinón el centrocampista Dani Borreguero, que ahora está en Ponferrada, que también saludó al presidente Manuel Vega-Arango y al resto del consejo sportinguista.