Gijón, Á. C.

Tres tacos marcados en su abdomen y la frente enrojecida a consecuencia de los lances vividos en el terreno de juego. Es lo único que se lleva del partido un abatido Nacho Cases, que considera que el Sporting mereció algo más ante el Zaragoza. «Sabíamos que el empate no nos servía para mucho. Fuimos a por el triunfo y acabamos dejándonos los puntos. El vestuario está fastidiado, pero no queda otra que levantarse, aunque sea un tópico. Aquí nadie se da por descendido, aunque estemos ante la peor situación de la temporada», afirma el gijonés.

La presencia a cuentagotas de Nacho Cases en la construcción del juego mermó el potencial ofensivo de un Sporting que estuvo a remolque durante todo el partido. El gijonés regresó al once titular y cree que al equipo le faltó claridad para encontrar la manera de hacerle daño al rival, y no pierde la fe en conseguir la permanencia. «No supimos jugarle al Zaragoza. Todavía quedan puntos y no hay tiempo para bajar la cabeza. Hay que creer siempre en que podemos conseguir la salvación porque es el único camino para conseguir llevarlo a efecto. La próxima oportunidad está en Getafe y hay que trabajar para ello. Sólo queda darle las gracias a la afición y confiar en que podamos revertir la situación cuanto antes», defiende el canterano.