Oviedo

La montañera asturiana Rosa Fernández continúa su adaptación al Annapurna y preparando su cuerpo para alcanzar su séptimo «ochomil», dentro del proyecto «Ocho ochomiles 2012», que se ha propuesto realizar al recibir el visto bueno de los oncólogos que la tratan desde que tuvo su cáncer de mama. Rosa Fernández y su sherpa ya han hecho el camino hacia el campo 1 y se muestran felices, tras recibir hace dos días a todo el equipo que acompaña a su buen amigo Carlos Soria.

Rosa Fernández llevaba tres días en el campo base mientras los sherpas buscaban el mejor camino para llegar al campo 1, que está situado a 4.900 metros de altitud. Rosa Fernández está acompañada por sus buenos amigos Sechu López y Oscar Cadiach. Ellos son los que aconsejan a la asturiana, que siempre ha preferido subir en solitario junto a su sherpa o con grupos muy pequeños para poder decidir ella misma sobre el momento de las escaladas.

La llegada de Carlos Soria puso una nota de alegría en el campo base, principalmente porque Rosa Fernández fue la que animó a Soria a subir en Annapurna en estas fechas del mes de abril.

Para la asturiana, este mes es muy bueno, y espera que el tratamiento que recibe la ayude a superar los días más complicados, cuando se acerquen a los 8.000 metros.

Como sus medios técnicos son más justos, Rosa Fernández se apoyó en el famoso sherpa Mingma, que regresó a Katmandú tras dejar a la asturiana en el campo base, para enviar varias fotos.

Los próximos días serán complicados, porque ha nevado mucho y las avalanchas son muy peligrosas en la primera parte de la subida al Annapurna. Los días previos granizó mucho, lo que retrasó la llegada de Carlos Soria y todo su equipo al campo base.

Rosa Fernández ha mandado un mensaje de tranquilidad y ha confirmado una vez más que se ha preparado muy bien para llegar al Annapurna. Como ella dijo: «Llevamos muchos alimentos y buen café para compartir, gracias a mi patrocinador, Toscaf, y a los alimentos congelados de Friobas».