Oviedo, M. D. B.

El Barcelona afronta mañana el reto de convertirse en el único club europeo capaz de clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones en cinco temporadas consecutivas. Desde la última temporada de Frank Rijkaard, el Barça es un asiduo de la penúltima ronda, con premio final en dos de ellas, siempre con el Manchester United como rival: los títulos del Olímpico de Roma en 2009 (2-0) y Wembley, en Londres, en 2011 (3-1). Eliminar al Milán, tras el empate a cero de la ida, también es el primer paso para convertirse en el primer equipo que revalida el título con el actual formato de la Liga de Campeones.

Pese a la exigencia de un rival como el Athletic, Guardiola encaró la jornada de Liga con un ojo puesto en el partido de mañana frente al Milán. Cesc, suplente ya en San Siro, se quedó en la grada por unas molestias físicas. Además, Puyol y Xavi fueron suplentes y el centrocampista sólo entró en la recta final del partido, ya con el 2-0.

Con la Liga a expensas de la fiabilidad del Madrid, la competición europea queda como el gran objetivo del Barcelona, una vez asegurada la final de Copa del Rey, Guardiola ha recurrido a menudo a la Liga de Campeones como signo de la competitividad del Barça. Una regularidad que empezó antes de su llegada al banquillo, ya que en la temporada 2007-08 el equipo, todavía liderado por Ronaldinho, estuvo a un paso de la final, pese a medirse a un Manchester United en plenitud: 0-0 en el Camp Nou y 1-0 en Old Trafford.

Hubo revancha al año siguiente, pero antes de la final de Roma el Barça las pasó canutas para apear en semifinales al Chelsea: 0-0 en casa y 1-1 en Stamford Bridge, gracias al gol de Iniesta en el último suspiro. La siguiente semifinal provocó la mayor frustración de la era Guardiola, ya que el Inter de Mourinho (3-1 en San Siro y 1-0 en el Camp Nou) evitó el morbo de una final con el equipo azulgrana en el Bernabeu. La cuarta semifinal consecutiva fue el sonoro colofón a la tanda de clásicos de la pasada temporada, ya que el pase del Barça estuvo acompañado por los conflictos con el Madrid y las declaraciones de Mourinho.

Ahora llega el Milán, con su armadura defensiva y un Ibrahimovic en plena forma. El brasileño Pato viaja, pero su participación mañana es dudosa.