«Hay más posibilidades de ver a un cerdo volando por encima del Bernabeu de que yo rectifique». Frases como ésta dispararon la popularidad de John Benjamin Toshack en su etapa de entrenador del Real Madrid. Seguro que el galés tendría algo ingenioso que decir ante un acontecimiento que se aproxima y le afecta directamente: el récord de goles de un equipo en la Liga en una temporada. El Madrid de Toshack, con Hugo Sánchez como «Pichichi», marcó 107 en 1989-90. El Madrid de Mourinho, con Cristiano Ronaldo como estilete, ya ha alcanzado los cien a falta de ocho jornadas.

Si mantuviese su promedio actual, de 3,33 goles por partido, el Madrid llevaría el récord a niveles estratosféricos (124), aunque no sería extraño un descenso, tanto por la entidad de los rivales (Valencia, Atlético de Madrid, Barcelona, Sevilla y Athletic, entre otros) como por la exigencia del final de la temporada, con las semifinales de la Copa de Europa intercaladas con la Liga. Algo así le ocurrió al Barcelona en la temporada 2008-09, cuando también parecía lanzado a por el récord goleador. Una vez asegurado el título de Liga a falta de tres jornadas, con la final de la Copa de Europa en el horizonte, Guardiola reguló esfuerzos y el Barça bajó el ritmo: derrotas frente al Mallorca (2-1) y Osasuna (0-1) y empate final frente al Deportivo en La Coruña (1-1), ya con el triplete en el bolsillo y los jugadores más pendientes de las vacaciones. El Barça se frenó en los 105 goles.

Mientras que la explosión goleadora del Madrid de Toshack fue una excepción, la del actual responde a una tendencia. Ya en las dos temporadas anteriores, pese a no lograr el título de Liga, el equipo de Pellegrini (2009-10) y el primero de Mourinho (2010-11) fue de largo el máximo goleador, con 102. Ahora, con Higuaín (20 goles) y Benzema (17) respaldando ese seguro llamado Cristiano Ronaldo (37), el Madrid está a punto de volver a hacer historia.

Como ejemplo del arsenal ofensivo del Madrid esta temporada, algunos datos: ha llegado una vez a los siete goles (7-1 a Osasuna), en tres partidos logró seis (0-6 al Zaragoza, 6-2 al Rayo y 2-6 al Sevilla) y, al margen del sábado en Pamplona, otras tres veces pudo lucir la «manita».