A pesar de que Clemente insinúa que está colaborando en la planificación de la próxima temporada, lo cierto es que el técnico de Baracaldo prácticamente cerró la puerta a su continuidad en el club con las declaraciones realizadas tras el encuentro ante el Getafe. Clemente cuestionó la calidad de la plantilla y criticó a quienes la confeccionaron. Los últimos mensajes del técnico, en los que parece querer evadirse de cualquier responsabilidad en el descenso, no han gustado nada en la planta noble de Mareo.

Aunque Clemente contaba con sólidos defensores entre los gestores de la entidad, incluido su máximo accionista, lo cierto es que le quedan cada vez menos respaldos. Incluso quienes están de su parte comienzan a barruntar la idea de que el Sporting no puede comenzar la temporada próxima en medio de este ambiente de hostilidad, que sólo puede perjudicar al club.

El consejo de administración ha comenzado a estudiar las posibilidades que ofrece el mercado para intentar encontrar un técnico capaz de ilusionar de nuevo al sportinguismo y de recuperar la paz social de los últimos años. Los gestores rojiblancos se mostraron especialmente molestos con las manifestaciones del técnico. La profunda remodelación que tiene que experimentar este club debe comenzar por los responsables de la parcela deportiva, que serán quienes diseñen la plantilla.