El Avilés reinició ayer los entrenamientos después de cinco días de descanso y el técnico, Ricardo Bango, está satisfecho con sus jugadores. «Están bien. Siempre que hay un descanso la gente llega con las ilusiones y las ganas renovadas y así ha sido. En el entrenamiento se ha visto a la gente con ganas, con intensidad. Creo que son conscientes del reto que tenemos y de que llega la parte más importante de la temporada, y por lo tanto la motivación y las ganas son máximas».

El entrenamiento fue sobre todo físico y acabó con un partidillo con muchas correcciones por parte de Bango. «Ya cambió un poco el concepto del trabajo. Ahora son espacios más reducidos y hay más intensidad. La planificación de las próximas seis semanas pasa por un volumen inferior pero con más intensidad para llegar a la promoción con mucha chispa. La palabra clave será ahora la intensidad», explicó el técnico blanquiazul.

El Avilés juega el próximo domingo (12:00 horas) en el Luis Oliver de Oviedo ante el Pumarín, y Bango advierte de que es posible que en los dos o tres próximos partidos el equipo acuse el volumen de trabajo, sobre todo la intensidad del mismo. «Esperemos que no tanto para no ser tan competitivos como hasta ahora pero en ciertas facetas del juego, en acciones de trabajo táctico, quizás se note un poco de falta de frescura aunque el equipo tiene capacidad para competir muy bien en cualquier circunstancia. Es lógico que acusen un poco el cansancio después de unos días de descanso porque el objetivo es prepararnos muy fuerte», explicó.

La plantilla está impaciente y deseosa de que llegue la promoción. «Durante toda la temporada estaba en la cabeza, pero te pones las pilas cuando está más cerca. Y es lógico. La gente tiene mucha ilusión y vamos a llegar muy bien en intensidad, condición física, trabajo táctico... Y el que llevemos dos meses con un rendimiento muy alto, con buenos resultados, acompaña para que haya ilusión. Ya queda muy poco para lo más importante», comentó el entrenador avilesino.

El problema para los técnicos es mantener el nivel de concentración de los jugadores una vez que el objetivo de la promoción está prácticamente conseguido. «Llevamos muchos puntos de diferencia al quinto y aún es pronto, por eso es difícil que el jugador no afloje. La gente está un poco cansada porque vamos a estar casi dos meses y medio con pie y medio metido en la liguilla, y hay que motivar al futbolista constantemente porque es mucho tiempo pensando en la promoción», concluyó el técnico.