Hoy es el día. El Sporting necesita una victoria ante un Levante crecido, que se ha colado en la pelea por entrar en la Liga de Campeones, para no quedar sentenciado definitivamente. Un triunfo permitiría seguir en la pelea, pero cualquier otro resultado certificaría el descenso cuatro días antes de la visita al Santiago Bernabeu. El otro partido, mucho más trascendente quizá para el futuro del club, se jugará en la grada. La paz social se ha hecho añicos y las primeras protestas vertidas en El Molinón se convirtieron en una tormenta en Getafe. Todo apunta a que la afición se manifestará esta tarde y señalará culpables. Será un juicio sumarísimo, que puede tener consecuencias inmediatas.

Javier Clemente no salió ni una sola vez del banquillo en el Coliseum Alfonso Pérez. Habrá que ver cuál es su actitud en el encuentro de esta tarde. La primera decisión trascendental para el técnico será la alineación. Si repite la arriesgada apuesta de Getafe, sin Nacho Cases, Barral y André Castro, la tormenta de la grada parece segura. Los dos primeros apuntan a titulares, pero el delantero gaditano anda tocado de los aductores, como quedó de manifiesto durante todo el entrenamiento de ayer.

La llegada de Javier Clemente a Gijón logró ilusionar a una afición decepcionada por la marcha del equipo, y el sportinguismo celebró la venida de un técnico de prestigio. El bando de los «clementistas» ha ido perdiendo adeptos a medida que se amontonaban las decepciones y los escándalos. Clemente ha tenido más protagonismo en la sala de prensa que en el banquillo y la afición ya le ha pedido su cabeza al consejo de administración.

Un mal resultado ante el Levante y una protesta generalizada podrían provocar un nuevo relevo en el banquillo. Clemente dejaría paso a Abelardo hasta final de temporada. Una victoria, por el contrario, daría más tiempo al técnico vizcaíno para intentar consumar el milagro de la permanencia.

La alineación inicial de Clemente es una incógnita. Siempre lo es y más todavía en las circunstancias actuales; pero parece seguro que Lora volverá a situarse como lateral izquierdo y que Nacho Cases y André Castro volverán a entrar en el equipo. Colunga podría mantenerse en la punta de lanza o regresar a la izquierda, si Barral está en condiciones de ser titular.

La visita del Levante, que al principio de temporada se esperaba como un duelo crucial por la permanencia, es la última tabla de salvación que le queda al Sporting para seguir a flote. Otra historia será la de alcanzar la orilla de la permanencia. Lo urgente ahora es seguir respirando una semana más, no hundirse todavía. El Sporting, como los buenos encajadores en el ring, necesita una pelea larga. La mejor señal para el sportinguismo es que la lucha se prolongue hasta el final de Liga. Ésta es la única opción para albergar esperanzas. El problema, cuando se han recibido ya tantos golpes, es que uno nunca sabe cuál será el definitivo. El que te arroje a la lona. El que te hunda.