El Oviedo Femenino mantiene vivas sus opciones de luchar por el ascenso. El equipo de Alfredo Rodríguez, recién llegado a la categoría y formado mayoritariamente por jugadoras de la cantera, plantó cara al Beti-Onak navarro, que no pudo con las asturianas y pierde la tercera plaza, última que clasifica para la fase de ascenso, en favor del Aula Cultural de Valladolid. Para que el Oviedo ocupe esa tercera plaza deberá ganar en su visita al Rótulos de Zaragoza en la última jornada y, al mismo tiempo, deben perder sus partidos Valladolid y Beti-Onak. Entonces se daría un triple empate que beneficia al conjunto ovetense.

El partido fue trepidante de principio a fin. Comenzaron fuerte las navarras, con una defensa muy bien plantada, y un buen ataque que les puso 0-2 en los primeros compases. No tardaron en recortar distancias las asturianas, que contrarrestaban cada ataque visitante con un nuevo gol.

El encuentro, de ida y vuelta, estuvo marcado por las buenas intervenciones de las porteras, especialmente de Saray, que en los primeros diez minutos salvó más de cuatro ocasiones navarras. Sifuentes, la más destacada de las navarras, se convirtió en ocasiones en un verdadero quebradero de cabeza para el equipo azul. A pesar de sus embestidas, la defensa ovetense mantuvo el orden y en el minuto 15 consiguieron ponerse por primera vez por delante, llegando al descanso con empate a 13.

Ambos equipos salieron en la segunda parte con más ganas si cabe. Las navarras aprovecharon su experiencia para ponerse dos goles por delante en los primeros minutos. Las ganas y la importancia del encuentro hizo que ambos equipos se lanzaran al ataque, convirtiéndose las guardametas y los palos en los protagonistas durante el tramo central de este segundo período.

El técnico visitante echó mano de sus jugadoras del banquillo, más frescas, buscando dinamismo frente al cansancio carbayón. Las asturianas tiraron de casta y, en los últimos cinco minutos, dieron la vuelta al marcador, poniéndose tres por delante. Un penalti a favor de las navarras recortó distancias, pero la victoria ya se quedaba en casa.

El Oviedo se despidió de su público en San Claudio manteniendo la ilusión de brindarles un nuevo e inesperado ascenso y con la seguridad de que han hecho una temporada como para quitarse el sombrero.