No pudo ser. El montañero ovetense Jorge Egocheaga tuvo que abortar la ascensión al Kanchenjunga (8.586 metros) al ser alcanzado por una avalancha cuando se dirigía, acompañado por su amigo y compañero de aventuras el zamorano Martín Ramos, hacia el campo 2 de la tercera montaña más alta del mundo. El accidente impide, de momento, que el montañero asturiano suba el que hubiera sido su decimotercer «ochomil». De haber llegado a buen puerto la expedición, a Egocheaga solo le hubiera restado el Lhotse (8.516 metros) para hacer cima en las catorce montañas que hay en el mundo que superan los ocho mil metros de altitud.

A través del blog que Martín Ramos habilitó para está ascensión, el propio montañero zamorano trasladó las primeras palabras sobre lo ocurrido, destacando sobre todo lo que el asturiano, herido en la mano izquierda, le dijo en aquellos momentos: «'Estamos vivos' fueron las palabras que me lanzó Jorge (Egocheaga) cuando me lamentaba al contemplar sus dedos de la mano izquierda. Así de sencillo fue. 'Para mí se terminó' (sentenció Egocheaga). Dos días sobre la montaña, no una montaña cualquiera, no, el Kanchenjunga. Las sensaciones como siempre... No podía estar mejor, la situación ideal, poca gente, siempre delante (en esos dos días). Hubiera sido... Nos atrapó, nos arrastró hasta que la grieta nos detuvo. 'Estamos vivos', 'esa montaña no me quiere'... (le comentó Egocheaga)».

Egocheaba ponía en duda que el Kanchenjunga le quisiera porque no era la primera vez que intentaba subirlo. En 2009 una bronquitis le obligó a abandonar cuando ya estaba en el campo 4, a 7.700 metros de altitud. En aquella ocasión el asturiano iba en la cordada del programa «Al filo de lo imposible», acompañado por gente de la talla de Juanito Oiarzábal, Edurne Pasabán, Asier Izaguirre, Álex Chicón y Ferrán Latorre.

Todavía con la emoción y con el susto en el cuerpo Martín Ramos trasladó sus primera impresiones y deslizó el hecho de que Egocheaga se dañó la mano izquierda, sin poder determinarse todavía ni la gravedad ni las circunstancias en las que se hirió. La lesión y la perdida de material debieron ser las razones que llevaron a los dos montañeros a dar por terminada su enésima aventura. Con la seguridad de que no será la última.