El Marino es uno de los equipos menos goleados entre los clasificados de mitad de la tabla hacia abajo en el grupo 1 de Segunda B con 42 goles. Los de Quirós no metieron muchos (38), pero les sacaron buen rendimiento en base a la firmeza defensiva y llegaron a los soñados 45 puntos (que en teoría dan la permanencia) cuando restan tres jornadas para concluir la Liga.

Quirós apostó en defensa por dar minutos a los tres centrales, José Ángel, Saavedra y Pantiga, y los tres tuvieron protagonismo a lo largo de la temporada. A José Ángel le costó entrar en el equipo, pero tuvo la confianza del técnico y suma 24 apariciones en el once. «Estoy muy satisfecho del año porque logramos la permanencia con holgura, pero tengo una espina clavada porque no conseguí marcar. Quedan tres partidos y espero conseguirlo porque todos los años lo hice», señaló.

El jugador cumple la tercera temporada en el Marino y espera alcanzar la Copa del Rey. «Es un objetivo ambicioso y un sueño para los equipos pequeños. Sería la guinda a una gran temporada y para el club sería muy bueno económicamente. Estamos a un punto y vamos a luchar por ella», señaló.

José Ángel se confiesa «muy a gusto» en Luanco y le gustaría jugar la próxima temporada en Segunda B ante el Avilés, en el que jugó la temporada que llegó Roberto Robles al banquillo y acabó Paco Fernández. «Fue un mal año. Empezamos con mucha ilusión pero no nos salieron las cosas bien y no estoy contento con esa temporada», comentó para añadir: «El Avilés es un club grande que tiene que estar al menos en Segunda B y dar el salto al fútbol profesional. Me gustaría que subiera pese a no ser campeón, aunque tendrá que estar muy centrado en todos los partidos». El jugador ya coincide en Segunda B con otro ex equipo, el Conquense.