El final de temporada ha rescatado a Óscar Trejo. El argentino está viviendo uno de sus momentos más dulces desde que llegó a Gijón el pasado verano. Su gran estado de forma le ha devuelto a la titularidad y le ha servido para que Clemente, poco amigo de personalizar en alguno de sus futbolistas, lo haya destacado públicamente. Pero no ha sido sólo el técnico rojiblanco. El Molinón, que tantas otras veces le había silbado, lo despidió entre aplausos la pasada jornada. «Me alegra que la gente reconozca el trabajo individual y colectivo. Ayuda a coger confianza y a seguir creciendo», destaca el rojiblanco, que sólo piensa en mantener esta línea ante el Espanyol.

La obligación de una mayor implicación en tareas defensivas impuesta desde el banquillo ha hecho de Óscar Trejo un jugador diferente. El argentino estaba acostumbrado a conservar todo su genio para fabricar el último pase y dejarse llevar hasta que el balón volviera a sus pies. Una filosofía que suele chocar con la de Clemente. El vasco le solicitó un sacrificio mayor que no ha tardado en ofrecerle. «Puede ser que ahora sea más competitivo. Hay veces que, desde dentro del campo, no ves las cosas que haces mal. El entrenador ha estado encima de mí para corregirlo. He intentado mejorar y creo que ahora todo es mucho más positivo», explica el delantero de Santiago del Estero.

El reencuentro con el mejor Trejo ha servido para que se haya convertido en uno de los fijos en la alineación titular y todo apunta a que seguirá siendo de la partida ante el Espanyol. El argentino cree que ésta puede ser una buena oportunidad para ayudar al equipo a resolver una de sus asignaturas pendientes. Trejo cree que los rojiblancos deben mostrarse más agresivos en los partidos fuera de casa y recuerda la imagen dada en el Bernabeu como el mejor ejemplo. «A pesar de medirnos al Real Madrid, no tuvimos miedo a nada y fuimos valientes con la pelota para ir hacia la portería rival. Es lo mismo que tenemos que pensar ante el Espanyol. Las opciones que tengamos hay que jugárselas con fe y con ambición de poder hacerlo», destaca.

La necesidad de los puntos obliga a que el Sporting se traiga un resultado positivo si pretende continuar con opciones de permanencia. Trejo reconoce que el partido está cargado de «presión, pero no lo tenemos que pensar mucho. Debemos salir al campo como en las últimas jornadas: tensos y ansiosos. Debemos cuidar nuestras líneas y estar muy juntos, porque es un equipo al que le gusta tocar el balón y puede hacernos sufrir». El atacante rojiblanco no esconde que los tres puntos son la clave para mantenerse aferrados al objetivo de seguir en Primera, pero evita hacer cálculos con vistas al final de Liga. «Mis cuentas pasan por ganar el sábado, nada más», concluye Trejo.