Villarreal / Gijón, V. R.

A medida que se acerca la trascendental jornada del fin de semana, la tensión crece entre los equipos implicados en la pelea por la permanencia. Cada uno hace sus cuentas y busca dónde sumar los puntos que necesita. No es el caso del Sporting, que se ha marcado como objetivo ganar los cuatro partidos que le restan para completar así un exitoso final de temporada con seis victorias en los siete últimos partidos. Si se hace caso al delantero asturiano del Zaragoza Luis García, los rojiblancos podrían salvarse incluso ganando sólo tres partidos de los cuatro que les restan.

Como el partido más importante es siempre el próximo, los rojiblancos fían buena parte de sus opciones a lograr la victoria ante un Espanyol convulsionado por el anuncio de que Javi Márquez, defenestrado por Pochettino, no renovará su contrato con el club periquito. El Espanyol, que se ha quedado un poco descolgado, apura sus opciones de meterse en los puestos europeos y ve la visita del Sporting como su último tren.

Mientras, la principal preocupación en Mareo sigue siendo la defensa. Las alarmas se encendieron con la ausencia de Botía en la sesión de ayer. El central murciano arrastra unas molestias en el pubis y sigue un plan de entrenamiento específico al margen del grupo, pero se da por seguro su concurso en el encuentro de mañana. Gálvez ocupó ayer su puesto. La otra novedad en la sesión fue la presencia del lateral izquierdo del filial Álex Menéndez. Su llamada a final de semana, tras la prueba realizada a Pedro Orfila en el partidillo, parece significativa. Además, el luanquín se entrenó ayer con los teóricos reservas en el campo número 2, mientras un grupo de catorce futbolistas (de los que saldrá el once titular) ensayaba la estrategia en el Pepe Ortiz. Ayoze también se encontraba en el grupo de los elegidos. A la vista de lo sucedido ayer, parece que Pedro Orfila pierde opciones de ocupar el lateral izquierdo. Junto a él, en el campo número 2 se entrenaban a las órdenes de Gerardo Ruiz Bilic, Barral y Eguren, que hoy mismo podría recibir el alta médica, entre otros. El lateral izquierdo sigue abierto.

El consejo de administración del Villarreal parece compartir la opinión de su centrocampista internacional Bruno Soriano, quien entiende que el «submarino amarillo» se juega la permanencia en los dos partidos que le quedan en El Madrigal ante Osasuna y Atlético. Por eso, ha puesto a disposición de sus abonados entradas a 2, 4 y 6 euros.

El Villarreal es un equipo al que no se esperaba en la pelea por la permanencia, entre otras cosas porque comenzó la temporada disputando Liga de Campeones. Bruno reconoce que «estamos sufriendo mucho».

Las cuentas del Granada pasan por ganar un partido de los cuatro que tienen por delante. Su delantero Álex Geijo da por hecho que, con los 42 puntos que sumarían, les bastaría para certificar la permanencia. En todo caso, no lo va a tener sencillo el conjunto andaluz, que tiene ante sí uno de los calendarios más complicados de los equipos implicados en la pelea. Este fin de semana se enfrentarán a un Levante que defiende su plaza europea, sin perder de vista la Liga de Campeones, aunque Nyon se muestra seguro de que «se le puede ganar al Levante».

El final de Liga se está viviendo con tensión en La Romareda. Esta misma semana, Leo Franco, Ziculini y Edu Oriol protagonizaron una pelea que obligó a Jiménez a intervenir y a suspender el entrenamiento. El consejo de administración, al igual que Sporting y Villarreal, ha declarado día del acompañante la visita del Athletic, con entradas desde 5 euros para los abonados. La afición responde y ya se han vendido 4.600 localidades. El asturiano Luis García ha hecho sus cuentas y calcula que los maños, con los mismos puntos que el Sporting, se salvarían si ganan los cuatro partidos.

Cuando parecía que el Rayo Vallecano ya había cerrado el ejercicio y le bastaba con dejarse ir para no pasar apuros estalló la tormenta. Los administradores concursales han interpuesto sendas demandas contra el entrenador, José Ramón Sandoval, y la totalidad de la plantilla de la temporada pasada por querer cobrar la prima por el ascenso. Los futbolistas han buscado amparo en la AFE. La ruptura de la paz institucional puede afectar a un equipo que afronta un calendario exigente con el Barça como primer rival y que se ha quedado sin Piti para el resto de temporada.