Mieres del Camino,

H. NÚÑEZ

El Caudal cumplió su parte del guión al vencer con solvencia y buen juego al Lealtad, pero la otra parte no pudo ser y los blanquinegros deberán esperar. El Real Avilés venció en Tuilla, y los mierenses podrían alzarse con el título el próximo martes. Con sumar un punto en el derbi de las Cuencas ante el Unión Popular de Langreo ya serán campeones de Liga por decimocuarta ocasión.

En la primera parte el Caudal ofreció una auténtica lección de fútbol. Lejos de estar atenazado por la presión de poder proclamarse campeón, se vio el mejor Caudal de la campaña, un equipo que supo combinar en juego en corto con increíbles paredes dentro del área con envíos en largo a la espalda de una adelantara defensa maliayesa. El caso es que los de Paco Fernández ya vencían por 3-0 en el minuto 30, en una demostración de buen juego y de efectividad de Javi Sánchez. El máximo goleador del equipo fue el autor de los tres tantos. El primero, al remachar con la zurda un pase de Ríchard en una jugada ensayada de saque de banda. El segundo, en plan «cazagoles», al rematar en el área pequeña un centro de Calvillo, y el tercero, de clase: el ovetense conectó un disparo de rosca hacia la escuadra contraria desde la misma línea de fondo en una parábola imposible.

En la segunda parte el Caudal bajó el ritmo, a la vez que Paco comenzó a pensar en la promoción. Retiró a Aitor y Calvillo, quienes sufrieron sendos golpes y dio entrada a Álex y a Acebal, quienes acaban de salir de una lesión, para que cogiesen ritmo de competición. Con todo, el dominio fue claramente local, y Armando Invernón hizo el cuarto gracias a una asistencia del protagonista de la tarde, un Javi Sánchez que antes había enviado un balón al larguero tras desviarlo Javi Porrón. Eso sí, a falta de siete minutos completó su tarde mágica haciendo su particular póquer de goles al remachar a la red un gran centro de Acebal. Pevida hizo el sexto en el descuento en un choque brillante de los blanquinegros.