El Barcelona no dio pie a la sorpresa en su visita al Lucentum (57-83) y se acercó un poco más a su objetivo de terminar la primera fase de la liga como líder gracias a una victoria que labró a base de triples en los dos primeros cuartos y rebotes durante todo el partido.

El Lucentum, tras esta derrota, se mantiene en la zona que permite disputar las eliminatorias por el título, con un triunfo de renta sobre el CAI Zaragoza, noveno, a falta de dos jornadas para la conclusión.

El juego interior del Barcelona marcó las diferencias en el partido desde los primeros compases. La envergadura de los pivotes del equipo catalán suponía una barrera demasiado importante para los jugadores del Lucentum, que tenían dificultades para capturar rebotes y, sobre todo, para anotar cuando penetraban hacia el aro.

Pero si los hombres altos del Barcelona hicieron daño, desde donde el equipo azulgrana abrió brecha en el marcador fue desde la línea de triple. Cuatro anotaron los pupilos de Xavi Pascual en el primer cuarto y todos ellos le permitieron tomar una pequeña renta (4-12, m.6; y 14-22, m.10).

El líder de la ACB estaba especialmente acertado desde más allá de la línea de 6,75 metros y, además, no era algo limitado a un solo jugador. El Barcelona anotó nueve triples (de quince intentos) en la primera mitad y los que más tino habían tenido (CJ Wallace y Chuck Eidson) sólo acumulaban dos.

Ese acierto exterior permitió al Barcelona endosar un 0-9 de parcial al Lucentum en el arranque del segundo cuarto para conseguir una cómoda ventaja (16-33).

Los locales reaccionaron y devolvieron a su rival un parcial de 8-0 (24-33, m.18), pero en los últimos compases del cuarto, antes de que el partido llegase al descanso, Wallace y Huertas recuperaron la máxima renta de diecisiete puntos para los visitantes (24-41).

En el tercer cuarto la diferencia se estabilizó, aunque el Barcelona superó la veintena (27-49, m.23) de puntos de renta. El Lucentum consiguió frenar la sangría de puntos en su contra, pero el insultante dominio del rebote de los visitantes impidió cualquier tipo de reacción de los pupilos de Txus Vidorreta.

El juego interior del Barcelona era tremendamente superior (28 rebotes por diez de su rival en el minuto 33) y, sobre todo, Fran Vázquez campó a sus anchas cuando el balón estaba cerca de cualquiera de los dos aros.

El último parcial sólo sirvió para que el Barcelona ampliara aún más su ventaja ante un Lucentum sin respuesta. Los de Xavi Pascual llegaron a tener una máxima renta de 29 puntos (47-76, m.35).