El Gijón Industrial pudo con todo. Remontó un gol tempranero y polémico en inferioridad numérica por la injusta expulsión de Luengo y anuncia que va a presentar batalla para intentar clasificarse para la Copa Federación. No fue un triunfo exquisito, pero sí trabajado. El Industrial se lo curró de lo lindo para certificar la victoria ante un rival directo.

El Llanes murió de éxito. Los verdes se vieron muy pronto en un escenario favorable, gracias al gol de Pantín en el arranque del encuentro. Los de Rueda se hallaron cómodos, con la sensación de que tenían el partido controlado y a ratos hasta parecieron superiores a su rival. Pecaron, eso sí, de falta de ambición. Primero no se decidieron a intentar doblar la ventaja y luego, con empate en el marcador y un rival en inferioridad, cayeron en el conformismo. Cuando quisieron reaccionar, se toparon con un Industrial sólido y bien armado que no les concedió ocasiones.

Un envío de Chus Morán a la espalda de la defensa dejó a Pantín cara a cara con Chus, al que desbordó con facilidad para marcar a puerta vacía. Todas las miradas enfocaron al juez de línea, ya que la posición parecía ilegal. El asistente, tan desafortunado como el director de la contienda, lo pagó con el banquillo local.

El Indus buscó el empate a tirones, con ese juego directo sobre Berto que tanto castiga a las defensas rivales. Tras un par de centros laterales, Miguel fue derribado dentro del área y Luengo mandó el penalti a la misma escuadra. Poco después se produjo una de las acciones clave del encuentro y peor gestionadas por el árbitro. Luengo cometió una falta sobre Dani, que se revolvió y cargó descaradamente contra el fabril. El árbitro amonestó a los dos, cuando debió expulsar al llanisco, al que nunca pudo sacar amarilla. Si lo vio, es roja, y si no lo vio, nada. Luengo vería después la segunda amarilla por sacar una falta antes de tiempo.

Con diez, el partido se afeó. El Industrial daba por bueno el empate, cuando se encontró un gol de forma inesperada. Óscar sacó un disparo con la zurda que se envenenó tras tocar en un defensa. Fue la única jugada significativa del segundo tiempo. El Industrial se acerca al Llanes y al sueño de la Copa.