Nadie se atreve a decirlo en voz alta, pero el proyecto está ahí. El escenario soñado por el consejo de administración rojiblanco para la próxima temporada sería que el Sporting siguiera en Primera y que Marcelino García Toral fuera su entrenador. Una cosa podría llevar a la otra. Por el momento, no ha habido contactos, aunque desde el club se ha sondeado la buena disposición del técnico. Si el Sporting logra el milagro de la permanencia, el consejo de administración intentará convencer a Marce para que asuma la dirección del equipo. Ésta es la opción que más gusta.

Por eso, el Sporting aún no ha realizado movimiento alguno para encontrar un entrenador para la próxima temporada. Es cierto que ha habido seguimiento de varios técnicos y también que se ha sondeado su disposición para ocupar el banquillo rojiblanco en la categoría de plata. Si el Sporting se mantiene, la primera opción sería Marcelino. El de Careñes ya ha dejado claro públicamente que no puede arriesgar su carrera y pasar de entrenar a un equipo del potencial del Sevilla a hacerlo en Segunda. Es cierto que ya se dejó seducir en su día por la suculenta propuesta del Zaragoza, pero no fue una buena experiencia a pesar de que logró ascender al conjunto maño.

La negociación con el Sporting no sería una cuestión de dinero, sino de prestigio. Tras ser destituido en el Sevilla, Marcelino se enfrenta a un momento crítico en su carrera. Para el técnico es crucial acertar con el próximo equipo a dirigir. Tanto es así, que incluso contempla empezar el año en el paro. El Sporting estará mucho más cerca de convencerle con un proyecto deportivo sólido y una buena planificación de la plantilla, que con una oferta millonaria.

Si finalmente se concretase esta operación, Marcelino llegaría al club con su cuerpo técnico habitual: Rubén Uría como segundo entrenador y Ismael Fernández como preparador físico. El técnico mantiene, además, una excelente relación con Iñaki Tejada, que fue su segundo en su etapa como rojiblanco y con los servicios médicos, que llegaron al club durante su anterior estancia.

La última pata de este proyecto sería la dirección deportiva. Desde la marcha de Emilio de Dios, la secretaría técnica ha pasado a depender de un equipo de trabajo que coordina Raúl Lozano, pero el salmantino no ha sido nombrado oficialmente. Muchos de los representantes que visitan el club, despachan directamente con el director general, Alfredo García Amado. El club estudia varias opciones para la dirección deportiva. Una de las que más gusta podría ser la de situar en ese cargo a Abelardo, un hombre de mucho carisma y prestigio en el fútbol nacional. También se piensa en el regreso de Eloy Olaya, amigo personal de Marcelino.