Manuel Vega-Arango, presidente del Sporting, pasó ayer revista a la actualidad rojiblanca coincidiendo con la presentación del central Sergio Sánchez. Y reconoció que el club se tiene que apretar el cinturón por el descenso a Segunda División. «Si se marcha David Barral igual hay que buscar otro delantero; o puede que lo tengamos en la casa, porque no estamos cojos. Lo primero es que salgan jugadores para poder reforzarse. Se quiere tener todo pero eso no es posible. El presupuesto de la temporada pasada fue de 31 millones de euros y ahora se pasará a 11 porque hay que cuadrar las cuentas».

El máximo dirigente rojiblanco explicó ayer que en los últimos cinco años el club «llevaba dando beneficios. Eso no son medallas, son realidades, y ahora nos toca ajustar los números. Hasta ahora se ha hecho y seguiremos haciendo bien las cosas. No hay que dejarse llevar por las alegrías».

El Consejo del Sporting ya tiene planificadas las cuentas para esta temporada en la División de Plata del fútbol español. El club pasará de cobrar 12 millones de euros por derechos de televisión y de la Liga de Fútbol Profesional a sólo 2 millones en esta próxima campaña. Esa bajada de dos tercios del presupuesto supone recortes en el coste de la plantilla de futbolistas, que por perder la categoría pierde una media del 50% del contrato. La misma cantidad se les descuenta a los empleados del club. En los ingresos por abonos también está previsto un descenso de un 25%, ya que se cuenta que puede haber bajas sobre una masa social de 23.500 abonados.

No eludió Vega-Arango hablar sobre la previsible salida de David Barral. «Se está en negociación y depende de que exista acuerdo por las dos partes. Es evidente que el delantero quiere marcharse y ya lo contó por todos los foros. Siempre comenté que para entrar en el Sporting hay una puerta pequeña y para salir una muy grande. Pero no somos tontos y el futbolista tiene contrato en vigor. Esperemos a ver qué pasa. Si no se aceptan las condiciones tendrá que incorporarse a la pretemporada y en este club habrá disciplina y orden. El fútbol no es ciencia exacta y en un partido, en un penalti un balón pega en el poste y una selección se va para casa. No hay que darle más vueltas», matiza.

La necesaria salida de jugadores o buscar alguna cesión como en el caso del joven Sergio Álvarez pasa por que «el entrenador no quiere una plantilla tan numerosa y le gustaría contar sólo con 20 o 21 jugadores, y si sobre la marcha hay necesidades, tirar del filial. Al avilesino se le busca colocarle en otro equipo por parte de la secretaría técnica».

«La línea de atrás queda cerrada», anuncia Raúl Lozano

La salida del central Botía se da por segura entre los técnicos del Sporting y el secretario técnico Raúl Lozano ayer reconocía que «con la llegada de Sergio Fernández se puede hacer alguna cosilla más, pero por ahora esa línea de atrás está cerrada».

La cara se dice que es el mejor reflejo del alma y ayer Raúl Lozano estaba radiante con el refuerzo del central avilesino. «Hemos tenido suerte con el fichaje de Sergio Fernández porque el entrenador Manolo lo conoce y sabíamos como es. Necesitábamos un defensa central con determinadas características y la primera opción era Sergio. Las negociaciones fueron buenas y hay que darle las gracias al futbolista por el esfuerzo que hizo por venir al Sporting. Sé que en Pamplona están dolidos porque se marchara», argumenta.

Cómo técnico su análisis sobre Sergio pasa porque «tiene la virtud de la experiencia, la contundencia, bien en el juego aéreo y tiene gran salida de balón que nos va a ayudar a todos». Cuando se le dice del tándem contundente que formaría con Gregory, Lozano matiza que «hay cuatro centrales en la plantilla y lo principal es que el 18 de agosto cuando se inicie la liga tengamos a los mejores posibles. A Sergio también le convencimos de que le necesitábamos».