Cuando el Oviedo estaba más atascado apareció la figura de Manu Busto. En una jugada sin aparente peligro cogió el balón en la banda izquierda, caracoleó, encaró a su marcador y con la derecha sacó un disparo que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Pato.

El Ourense tardó apenas un minuto en reaccionar, pero Dani Barrio realizó un parada magistral enviando a córner el gran disparo de Pablo Pillado, evitando el tanto del empate.

La ventaja en el marcador no asentó el juego de los locales, a pesar de que tuvieron mayor presencia ofensiva. Sarriugarte intentó dar más profundidad al equipo con la entrada de Xavi Moré por Iker Alegre, con lo que Casares cambió de banda, y en la dos primeras apariciones del catalán, Busto tuvo dos ocasiones para aumentar la ventaja y encarrilar el partido. La primera se fue al larguero, y la segunda, fuera, cuando lo tenía todo a favor para dejar encarrilado el encuentro.

A partir de ahí fueron los mejores minutos de los azules, ante un Ourense que no se entregó. Los gallegos lograron el tanto del empate en una gran jugada que culminó con un remate de cabeza de Jona, y un minuto después pudieron adelantarse en una acción de Noguerol, pero su disparo salió rozando el poste.

El partido estaba muy abierto, y se podía decantar para cualquiera de los equipos. Los azules gozaron de dos ocasiones claras en el último tramo del encuentro. La primera la tuvo Cervero, a tres minutos para el final, pero su remate de cabeza, a centro de Cerrajería, se fue fuera. La siguiente fue para Xavi Moré, pero Pato le sacó su disparo a córner cuando ya se cantaba el gol.

El Ourense no se amilanó, y tuvo su oportunidad en el tiempo de prolongación por mediación de Borja Valle, pero el marcador ya no se movió.

El empate dejó mucho más satisfechos a los gallegos, que sólo han perdido un partido fuera de casa, mientras que los azules ceden su segunda igualada consecutiva en el Tartiere.