Oviedo, A. L.

El técnico del Oviedo, Félix Sarriugarte, sólo dejó ver los primeros minutos del entrenamiento que realizó el conjunto azul en el Carlos Tartiere ayer. El vasco quiso preparar el choque ante el Leganés del domingo (18.30 horas) a puerta cerrada y únicamente permitió que se viera el calentamiento y los rondos con los que arrancó la sesión.

En esos primeros compases del entrenamiento de ayer estuvo sobre el césped Manu Busto. Pero el cántabro, tras dar unas vueltas al campo y realizar algunos ejercicios físicos con el fisioterapeuta del club, abandonó el entrenamiento, aquejado de una gripe. El mediapunta azul empezó a sufrir los síntomas del virus gripal el lunes y es seria duda para el partido ante el Leganés.

También sufrieron esta semana la gripe Baquero y Aitor Sanz. El primero fue el que menos tiempo tardó en recuperarse y el miércoles por la mañana ya se ejercitó con normalidad. Aitor Sanz también volvió el miércoles, pero en la sesión de la tarde.

El Oviedo volverá a entrenar esta mañana en El Requexón en una semana atípica. La suspensión del partido ante el Caudal por el apagón en el Hermanos Antuña al acabar la primera parte (tras la que el Oviedo perdía 1-0) y la incertidumbre sobre la fecha en la que se jugaría el partido (al final será el 1 de noviembre) han obligado a Sarriugarte a modificar la rutina semanal del conjunto azul.