Carlos Barredo (Gijón, 1981) cambia de vida con el inicio de 2013 al dejar el ciclismo profesional después de nueve temporadas -en las que logró triunfos muy importantes- y empezará a trabajar en Madrid como comercial de la empresa cafetera asturiana Toscaf. Esta dolorosa medida llega al verse apartado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) por unas supuestas irregularidades en el pasaporte biológico, lo que supone que los equipos se ven presionados para no ficharlo, y eso que aún no tiene ningún expediente oficial abierto en la Federación.

Esto no impide que el ciclista gijonés, que se puso en manos del abogado del «caso Bosman», esté dispuesto a luchar hasta el final por que se aclare de verdad su caso y se demuestre su inocencia.

En el Tour de Francia de 2010, tras cruzar la línea de meta de una etapa, tuvo una pelea con el portugués Rui Costa y la UCI decidió sancionarlo con dos meses al inicio de 2011. Eso enfadó mucho al gijonés, que incluso tuvo que pagar luego una importante cantidad económica en concepto de multa y también tuvo una fuerte bronca con los dirigentes de la UCI.

Meses después Barredo apareció en una lista como sospechoso de dopaje, tras lo cual se querelló contra un medio de comunicación deportivo internacional, algo que enturbió aún más sus relaciones con la UCI y en octubre del año pasado fue cuando la UCI pidió a la Española que le abriese expediente debido a los datos de su pasaporte biológico. Según parece, la UCI tiene previsto sancionarlo con cuatro años, aunque estaba dispuesta a rebajar su sanción a dos temporadas, en caso de que «contase» algo; pero, en cualquier caso, a sus 31 años, suponía el adiós a su carrera.

Barredo, entre sus grandes triunfos, tiene etapas en la Vuelta a Asturias en Avilés (2004), etapa en el Tour Down Under (2006), etapa en la París-Niza (2008), la Clásica de San Sebastián (200) y etapa de la Vuelta a España en los Lagos de Covadonga (2010). En 2011, a causa de ese problema del pasaporte biológico no lo dejaron hacer el Tour de Francia, ni la Vuelta a España.

Todo esto dio lugar a que el ciclista tuviera graves problemas psicológicos y se pusiera en manos de médicos. Barredo está muy afectado porque entiende que quieren acabar con su carrera deportiva. En los próximos días se va a reunir con un grupo de expertos para estudiar a fondo su caso y las medidas que se pueden tomar.

Pero, de momento, Barredo aceptó la oferta del patrón de Cafés Toscaf, para ser comercial y repartidor en Madrid, donde trabaja su esposa. De hecho, los pasados días 27 y 28 ya estuvo con comerciales asturianos de la empresa cafetera para conocer cómo se trabaja en la calle. Ayer, día 2, Barredo debía comenzar en Madrid, pero retrasó unos días su incorporación.