El próximo 13 de septiembre, la Vuelta Ciclista a España recuperará una de sus etapas más tradicionales con el final en el alto del Naranco. La colaboración del Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo han hecho posible la recuperación del monte ovetense, que recibirá por decimotercera vez a la ronda española. La etapa, Santander-Oviedo, será la antepenúltima de la 68.ª edición de la Vuelta y servirá como aperitivo de la que puede resultar determinante para el desenlace de la carrera antes del trámite de Madrid: Avilés-Alto del Angliru.

Javier Guillén, director general de Unipublic, la empresa organizadora de la Vuelta a España, confirmó ayer el final de etapa en el Naranco, dieciséis años después de su última presencia en la ronda (septiembre de 1997). A falta de los detalles que Unipublic ofrecerá el sábado 12 de enero, en la presentación del recorrido que se realizará en Vigo, la antepenúltima etapa comenzará en Santander y, tras un trayecto por la costa cántabra y asturiana, finalizará en el Naranco.

Será una etapa de perfil suave, ya que Unipublic descartó encadenar dos jornadas muy exigentes para los ciclistas en Asturias, como ocurrió en la pasada edición con los finales en los Lagos y Cuitunigru. Los organizadores ya habían cerrado hace un mes la penúltima etapa, el sábado 14 de septiembre, con salida desde el Centro Niemeyer de Avilés y final en el Angliru, el coloso riosano que puede marcar grandes diferencias.

La recuperación del Naranco para la Vuelta a España ha sido posible por el entendimiento entre el consejero de Economía y Empleo del Principado, Graciano Torre, y el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, que han llevado las negociaciones con Javier Guillén. Según fuentes municipales, el Ayuntamiento de Oviedo tendrá que desembolsar veinte mil euros por convertirse en final de etapa.

La última vez que los participantes en la Vuelta a España subieron al Naranco fue el 20 de septiembre de 1997. Aquella fue la decimosegunda llegada al monte ovetense y la séptima consecutiva. En la memoria de los aficionados al ciclismo, especialmente los asturianos, quedó grabada la del estreno, en 1974, cuando José Manuel Fuente cruzó la meta en solitario soltando su pie izquierdo del pedal y levantando la pierna en señal de agradecimiento al doctor Capdevila, médico de cirugía vascular que había operado al ciclista ovetense de varices.

Las etapas asturianas serán el colofón de un recorrido que dará casi un giro completo al territorio peninsular entre el 24 de agosto y el 15 de septiembre. A diferencia de la edición de 2012, en que la Vuelta se desarrolló íntegramente por el Norte, en la 68.ª edición comenzará en Galicia e irá pasando por Castilla y León, Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andorra, Aragón, de nuevo Castilla y León, Cantabria, Asturias y traslado a Madrid para la última etapa, de trámite.

Los detalles del recorrido se conocerán el próximo sábado, día 12, en la presentación oficial, que tendrá lugar en el teatro del Centro Cultural Novagalicia Banco de Vigo. Entre los detalles que han trascendido figura el de la primera etapa, que se disputará en la modalidad de contrarreloj por equipos, sobre 27 kilómetros, con un comienzo muy especial, sobre una batea (plataforma donde se crían los mejillones) en el puerto de Vilanova de Arosa (Pontevedra), en las Rías Bajas.

La próxima Vuelta a España tendrá bastante montaña, ya que al margen de las etapas asturianas está previsto que los ciclistas tengan que ascender el Mirador de Ézaro, en Galicia; el Collado de las Sabinillas, en Sierra Nevada (Granada), y Peñas Blancas, en Estepona. Los Pirineos también serán protagonistas en una edición que podría deparar el duelo entre el ganador de la pasada edición, Alberto Contador, con el del Tour, Bradley Wiggins.