Sus dos goles esta temporada han servido para puntuar. En Córdoba, un zurdazo suyo permitió al Sporting arañar un punto de oro cuando el equipo jugaba con nueve. Ayer, se destapó como cabeceador en una jugada de estrategia a saque de esquina que dio la victoria ante el Castilla. Roberto Canella se encuentra en uno de los momentos más dulces de su trayectoria como rojiblanco y sólo una sanción le pondrá freno para continuar con su progresión el domingo en Sabadell. El de Pola de Laviana vio la quinta amarilla.

«No recordaba marcar de cabeza desde que jugaba en alevines», reconoce medio en broma Canella, feliz por haber contribuido de manera crucial en un triunfo trabajado hasta el último minuto. «Ha sido sufrida, pero al final nos sirve para recortar puntos, que es lo que verdaderamente importa. Ahora parece que nos acompaña esa pizca de suerte que nos faltaba en otros partidos. Nos hemos mostrado como un equipo serio, que ha sabido aprovechar sus ocasiones, y también defender el resultado», subraya el lateral rojiblanco. El tanto, que dedicó a Manolo Preciado colocándose un dedo sobre su labio superior, para recordar el bigote que del desaparecido técnico cántabro, llegó en una acción en la que Canella no suele participar. «Es cierto que no solía subir a los córneres habitualmente. Desde hace dos o tres partidos el entrenador ha optado porque participe en las acciones de estrategia. Afortunadamente nos ha servido para llevarnos la victoria. Debemos mantener la línea de las últimas jornadas para seguir mirando para arriba y poder acercarnos al objetivo», concluye.