El Chelsea cuenta con Mourinho pero el entrenador del Madrid todavía no está totalmente convencido de que le conviene el equipo inglés. Mourinho, después de su experiencia en el Madrid, con muchos jugadores que no son de su cuerda, quiere libertad total para hacer fichajes. Y aquí es donde tropieza con la política del club, es decir con el propietario, Roman Abramovich, que ya ha dejado caer al representante del técnico portugués, su compatriota Jorge Mendes, que por esa petición no pasa.

Abramovich, uno de los más populares representantes de los jóvenes lobos rusos hambrientos de poder y gloria que surgieron de la desaparición de la Unión Soviética, quiere reservarse el poder de veto sobre los fichajes. A partir de esta premisa hay periódicos ingleses que aseguran que Mourinho ha respondido a este envite diciendo que se queda en el Madrid, pero hay otros medios de información que aseguran que sigue el tira y afloja y que la cuestión no puede darse por zanjada.

Mourinho tiene previsto reunirse con Florentino Pérez, no sólo el presidente del Madrid sino su «amigo», como lo denominó el portugués, a final de temporada para determinar o darle a conocer su futuro, según anunció la semana pasada tras el partido con el Galatasaray. El luso tiene contrato con el Madrid hasta final de la temporada que viene.

Ayer dio una charla a los entrenadores del Canillas, el equipo madrileño de fútbol base en el que juega de portero uno de sus hijos.