El Toralín no es un campo sencillo. Ni mucho menos. De hecho, el Córdoba es el único equipo de la categoría que consiguió derrotar en su campo a la Ponferradina por una renta superior a un gol. Fue un partido loco, que los verdiblancos acabaron ganando por un atípico 3-5. No lo tendrá fácil el Sporting para subir otro peldaño en su escalada hacia la zona alta de la clasificación. Un dato para el optimismo es que El Toralín sufre ante los equipos grandes. En los nueve enfrentamientos ante los once primeros clasificados (todos a excepción del Sporting y, lógicamente, de la propia Ponferradina), el balance es de cuatro derrotas, dos empates y tres victorias.

La Ponferradina se ha mostrado muy sólida cuando ha recibido a los equipos de la segunda mitad de la clasificación, pero ha sufrido ante los once primeros. Los bercianos derrotaron (2-0) al Alcorcón en el primer partido de Liga y a Girona (2-0) y Barcelona B de forma casi consecutiva. Los dos empates ante rivales de la zona alta se produjeron ante Almería (2-2) y Elche (1-1). Por contra, los bercianos sucumbieron ante Villarreal (0-1), Córdoba (3-5), Lugo (0-1) y Las Palmas (0-1), gracias a un gol de Thievy en el último minuto. Todas ellas fueron derrotas muy ajustadas y la Ponferradina siempre tuvo opciones de haber sacado algo positivo.

De entrada, el Sporting tiene a su favor que las gradas estarán prácticamente equilibradas. La Ponferradina cuenta con 5.500 abonados y se prepara una Mareona de las buenas que llevará a El Toralín a cerca de tres mil sportinguistas. Por esa parte, el efecto de jugar ante un público favorable queda prácticamente neutralizado.

La Ponferradina es uno de los equipos revelación de esta temporada. Su rendimiento ha superado ampliamente las mejores expectativas. Con 52 puntos en su casillero, la permanencia en el bolsillo y una desventaja de tres puntos con respecto a la promoción de ascenso, el equipo de Álvaro Cervera no tiene nada que perder. Lo bueno de haber alcanzado ya los objetivos es que la Ponferradina jugará sin presión las ocho jornadas restantes, con absoluta libertad para soñar con un éxito que sería histórico para el club berciano. Ésa es la gran baza en contra del Sporting.

Los de Sandoval son plenamente conscientes de que pueden quemar su último cartucho en El Toralín. Una derrota ante la Ponferradina descartaría ya cualquier opción de alcanzar la promoción. El rival lo sabe y por eso intenta pasar toda la presión a los rojiblancos. Precisamente un hombre de la casa como el extremo de Trevías Saúl se encargó de recordarlo estos días. Si el Sporting pierde, queda eliminado de la carrera por el ascenso. En cambio, una derrota de los bercianos dejaría a ambos equipos en igual de condiciones.

A pesar de la enorme solidez de la Ponferradina y de lo apretado de la mayoría de sus resultados, es curiosamente el equipo que menos partidos ha empatado de toda la categoría, con sólo cuatro igualadas (tres de ellas como local). El Sporting, por su parte, ha mejorado notablemente sus prestaciones como visitante, aunque el lunar de Sabadell fue un duro golpe para sus aspiraciones, derrota que cortó una racha muy positiva de los de Sandoval. El partido de El Toralín debe suponer un nuevo trampolín para sus aspiraciones de alcanzar el objetivo de acceder a la promoción de ascenso.