Aunque fue una de las representantes españolas en el maratón de los Juegos Olímpicos de Londres, el nombre de Elena Espeso saltó a la fama hace dos años, al convertirse en una de las afectadas por la bacteria «E.coli», cuyo principal síntoma es la diarrea hemorrágica. Durante el maratón de Hamburgo de 2011, Espeso empezó a notar los problemas en el kilómetro 22 y cruzó la meta con las piernas ensangrentadas. Tras una semana ingresada en un hospital, la maratoniana pudo regresar a España.

Elena Espeso vive en la localidad madrileña de Villanueva de Perales, donde trabaja de profesora de Educación Física, cuida de sus dos hijos y se entrena para participar en pruebas de larga distancia, este año principalmente medias maratones. «Saco tiempo de donde puedo», explicaba ayer tras imponerse en los 10 Kilómetros de Oviedo. «Me ha servido como test porque no había ninguna competición en mayo y en junio quiero participar en el Campeonato de España de media maratón».