El fichaje de Cezary Kucharski por el Sporting en el verano de 1997 estuvo rodeado de gran expectación. El delantero polaco llegaba avalado por las cifras conseguidas en el Legia Varsovia, donde había conseguido marcar 30 goles en 53 partidos, los disputados en las últimas dos campañas. El conjunto rojiblanco quiso incluso brindarle la oportunidad de que su presentación oficial tuviera un carácter singular. El escenario escogido fue la popular Feria de Muestras de Asturias. Como acompañante, un ilustre del gol en El Molinón, Enrique Castro, Quini. Fue el mejor día de un Kucharski que se quedó lejos de cumplir con las expectativas.

Kucharski había firmado por el Sporting por cuatro campañas y sólo llegó a vestir la camiseta rojiblanca seis meses. Disputó doce partidos, sólo dos de ellos como titular. Ni con Miguel Montes primero, ni con Maceda, después, encontró la continuidad y en enero decidió volver a hacer las maletas para volver al Legia, en condición de cedido. Se marchó para no volver, ya que la siguiente campaña volvió a ser cedido al Legia y la siguiente a otro conjunto polaco, el Olsztyn. Fue entonces cuando se desvinculó del club rojiblanco. Marcó sólo dos goles en su etapa en Gijón, conseguidos ante el Mallorca y el Salamanca. Kucharski logró relanzar su carrera, llegando a disputar con su selección el Mundial de Corea y Japón 2002. Colgó las botas proclamándose campeón de Liga con el Legia y optó por convertirse en agente de futbolistas. Su popularidad le sirvió incluso para meterse en política y formar parte del Parlamento polaco.