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El último partido ante el Coruxo no ha gustado al cuerpo técnico. Al margen de debates futbolísticos, el Oviedo mostró una cara pobre en un partido en el que transmitió poco a la grada. Precisamente en el momento más delicado. Con el play-off a la vuelta de la esquina (a dos jornadas, exactamente) el Oviedo encara la recta final liguera con un doble objetivo: tratar de escalar el mayor número de posiciones y recuperar las mejores sensaciones. Granero, conocedor a marchas forzadas de la exigencia del banquillo azul, sabe que lo que a priori se presentaba como dos jornadas de pruebas adquiere una importancia básica para llegar en plena forma al play-off.

«Las sensaciones con las que uno llega al play-off, independientemente de que seas segundo, tercero o cuarto, son más importantes que cualquier otra cosa», explica Granero en su intervención habitual ante los medios. Sabe que el partido de Luanco es importante para reforzar el aspecto anímico y que el último precedente no invita al optimismo. «Ante el Coruxo fue el peor partido desde que soy entrenador del Oviedo. No sé si fue la relajación al verse ya clasificados o si después de muchos partidos de máxima exigencia se tomaron un día de respiro. No lo entendí y fue una sorpresa, pero ya es pasado», reflexionó el técnico.

Las novedades en el once llegarán de forma obligada. Mantovani cumplirá ante el Marino un partido de sanción por su expulsión ante el Coruxo e Iván Rubio será baja por lesión. Los demás, en principio, están disponibles. «No tengo claro si habrá descansos, pero sí una cosa: competiremos, juegue quien juegue», dice el técnico.

La situación es especialmente peligrosa en la defensa. Con la baja de Mantovani, David Fernández regresará al centro de la zaga. Iván Rubio ha sido el inquilino del lateral derecho cuando David Fernández ha mudado de puesto, pero esta semana tampoco está disponible. A Granero se le acaban las opciones: u Owona es titular o Álvaro cambia de banda y Cantero regresa al lateral izquierdo.

En la línea ofensiva se espera que los hombres desequilibrantes sigan afinando su estado. Xavi Moré podría regresar al once tras su buena actuación de la semana pasada y los cuidados con Manu Busto seguirán siendo habituales. De lo que el técnico no tiene duda es de que la imagen ante el Coruxo no se volverá a repetir. Al menos es lo que transmite el preparador.

«La exigencia nos la ponemos nosotros mismos; para este equipo es acabar bien, tener buenas sensaciones, volver a ser un grupo que compite y seguir mejorando cosas y detalles que pueden ser trascendentes más adelante. No por haber conseguido la clasificación hay que desconectar», asegura el valenciano. «No podemos tirar los dos partidos que quedan. Para nosotros el partido de Luanco es de play-off y como tal se ha planificado la semana», añade el valenciano.

El Oviedo disputará el encuentro de Miramar con un ojo puesto en lo que ocurra a la misma hora en Butarque. Leganés, segundo, y Caudal, tercero, se juegan los tres puntos con el Oviedo acechando. Los azules necesitan sumar los seis puntos que restan para poder aspirar a escalar algún puesto en la tabla. «Los jugadores saben que seguimos tomando nota, tenemos bastantes aspectos perfilados pero hay cosas en el aire», advierte Granero.