El bombo federativo emparejó al Universidad con un filial atípico, el Atlético Malagueño, obligado a salir de la Tercera División para servir de vivero al equipo de Primera. Su máximo goleador, Emilio Guerra, hermano del delantero del Valladolid Javi Guerra, tiene 31 años. Es uno de los jugadores reclutados por el responsable de la cantera, Manel Casanovas, y por el entrenador, Josep Clotet, fichados por el jeque Al Thani para reproducir la organización de La Masía.

Pese al potencial del club y a los dos millones de euros de presupuesto para la cantera, el Atlético Malagueño tuvo que esperar a la última jornada para asegurar su clasificación. Unos apuros que contrastan con la solvencia del líder del grupo, El Palo, representante de un barrio de Málaga con mucho más apoyo popular. Como el Málaga no cuenta con ciudad deportiva, el filial tiene que jugar sus partidos en uno de los campos de la Federación Andaluza, de césped natural. La ida, el domingo, será a las 12 del mediodía.

Además de Emilio Guerra, que anotó 25 goles en la Liga, el Malagueño cuenta en el ataque con el camerunés Fabrice, protagonista en el comienzo de temporada con el primer equipo. Ante la falta de delanteros, Pellegrini dio la alternativa a este punta de 17 años, que marcó el gol de la victoria frente al Celta en su debut en Balaídos y también contribuyó al pase del Málaga a la fase de grupos de la Liga de Campeones. Con la llegada de Saviola y Santa Cruz, Fabrice volvió al filial, con el que jugó 21 partidos, varios de ellos saliendo desde el banquillo, y sólo marcó un gol.

El entrenador del Universidad, Adolfo Pulgar, afrontará su novena fase de ascenso a Segunda B, ocho de ellas con el Uni, que logró el objetivo en dos ocasiones, así como la que disputó con el Oviedo B. Pese al supuesto potencial del Atlético Malagueño, Pulgar no se arruga: «Todos somos de Tercera División». El técnico tiene a toda la plantilla a su disposición, aunque Xosé y Álex, que empezaron a entrenarse con el grupo la pasada semana después de sendas lesiones, «llegan un poco justos».