Barcelona, Agencias

Nunca un fichaje del FC Barcelona había suscitado tanta polémica política desde los tiempos de Kubala y Di Stéfano. Todos los grupos de la oposición han arremetido contra el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, por permitir a la firma Nike vestir con la nueva zamarra azulgrana la estatua de Cristóbal Colón.

El ayuntamiento autorizó poner la camiseta que estrenará la próxima temporada el club blaugrana a la figura del descubridor de América, de donde ahora vienen los mejores jugadores, a cambio de 94.000 euros, según datos aportados ayer por el teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives.

Aunque Vives se ha apresurado a explicar que este dinero se destinará a fines sociales, el primero en destapar el tarro de la discordia ha sido el presidente del Espanyol, Joan Collet, que se ha quejado de que una cosa así no pasa en otras ciudades europeas y «sólo es normal en Barcelona, donde se pasan las ordenanzas por el forro. Y el Barça, como institución, no es el responsable. El culpable aquí es el Ayuntamiento», declaró.

Jordi a Portabella, presidente del grupo formado por ERC y Dcat, del que forma parte el ex presidente azulgrana Joan Laporta, consideró el hecho una «banalización del espacio público que va en detrimento de la calidad de vida».

«El Colón azulgrana incumple totalmente la normativa», ha asegurado a los medios el portavoz del grupo del PSC, Gabriel Colomé, en tanto el presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento barcelonés, Alberto Fernández Díaz, reconocido seguidor del Espanyol, consideró la iniciativa «fuera de todo lugar, más allá de que la camiseta sea azulgrana o blanquiazul».