Sufriendo hasta el final el Oviedo logró superar la primera eliminatoria del «play-off» en un partido de escaso juego y ocasiones que se decantó del lado del Albacete gracias a dos jugadas a balón parado, un saque de esquina que cabeceó Calle a la red y un penalti transformado por el propio delantero a 20 minutos del final, dejando sin efecto el empate anotado por Manu Busto.

Los apuros azules fueron mayores de los que hacía presagiar una primera mitad en la que el fútbol y las ocasiones apenas aparecieron, favoreciendo los intereses de los oviedistas, que tenían la ventaja de un gol del Tartiere. En la segunda, el partido cambió. Hubo más intensidad, alternativas en el marcador y, desde el segundo gol del Albacete, sufrimiento hasta que el árbitro señaló el final del partido ante la explosión de júbilo de los 2.000 oviedistas presentes en el Carlos Belmonte.

Los locales presentaron dos novedades en el once inicial con respecto al equipo que jugó en el Tartiere, las de Sergio Molina y Tete, en lugar de Curto y Adriá, mientras que el técnico azul, Granero, optó por repetir el mismo once que ganó el encuentro de ida.

La primera mitad ofreció muy poco, a pesar de que la intensidad que le puso el Albacete en los primeros minutos hacia presagiar otro desarrollo del juego.

Los locales tuvieron la posesión del balón y el control del partido, pero la ordenada defensa azul les impidió, a excepción de dos acciones aisladas en los primeros diez minutos, cualquier opción ofensiva con peligro.

El primer aviso local llegó en el único error de la zaga en toda la primera mitad. Mantovani falló en el despeje y le dejó el balón a Sergio Molina, que con todo a su favor disparó por encima de la portería de Quintana. Dos minutos después otro disparo de Tete, también por encima de la portería azul, puso fin a todas las ocasiones del Albacete en la primera mitad.

Del Oviedo también hubo pocas noticias ofensivas en el primer tiempo. Héctor Simón abrió las opciones en el minuto 10, con un disparo que salió alto, y las cerró al borde del descanso con el único lanzamiento entre los tres palos de ambos conjuntos, que atrapó sin problemas Campos.

Calle, con dos goles, puso en serio peligro el pase de los azules

El conjunto azul se defendió bien y no concedió ninguna opción a un Albacete que se veía incapaz de romper el buen sistema defensivo de los oviedistas, que taparon bien las bandas y se mostraron muy seguros por el centro, sin dar ninguna posibilidad a un Calle que estaba muy aislado.

El único pero de los oviedistas fue que la posesión del balón siempre fue muy corta. El juego se limitó a un espacio reducido, y ahí los continuos errores en el pase propiciaban que los ataques no fueran largos y, además, sin posibilidad de finalizar ninguno de ellos.

Con ausencia clara de ocasiones, el dato que más chocó de los primeros 45 minutos es que el árbitro no señaló ni una sola falta en contra del Albacete, por ocho al Oviedo.

Los primeros minutos tras la reanudación parecían encaminados a repetir el guión de la primera mitad, pero un saque de esquina, el quinto del partido, en el minuto 52 sirvió para que el Albacete igualase la eliminatoria en su primer disparo entre los tres palos. Calle se adelantó a la defensa y cabeceó a la red el buen centro de Tete, ante el delirio de las gradas del Belmonte, que entonces sí se comenzó a volcar con su equipo.

Sin embargo, la alegría les duró muy poco a los locales, porque dos minutos después una jugada que inició Javi Casares la culminó Manu Busto con un disparo raso ante el que nada pudo hacer Campos.

El gol asentó más al Oviedo, que pasó a tener la posesión de la que careció en la primera mitad, mientras que el Albacete daba la impresión de acusar el tanto recibido. No obstante, los locales gozaron de su segunda ocasión clara en un disparo de Rocha al que respondió con seguridad Quintana.

El Oviedo trataba de conservar más el balón, mientras que el Albacete empezó a recurrir a los ataques más directos. En uno de ellos, tras un rechace de la defensa azul, Mantovani cometió penalti sobre Jorge Díaz, y Calle no falló, para meter de nuevo al Albacete en la eliminatoria. Quedaban 20 minutos para el final y el sufrimiento para los azules parecía estar garantizado.

Jorge Díaz dispuso de una buena ocasión a diez minutos del final, pero Quintana volvió a mostrarse acertado para desviar el balón a córner, en una buena intervención, en el minuto 80.

De ahí al final el Oviedo intentó aguantar más el balón y dejar pasar el tiempo ante un Albacete volcado, pero ya sin las ideas tan claras para lograr el tercer gol. Tras cuatro minutos de prolongación, el árbitro decretó el final del partido ante la gran alegría de los 2.000 oviedistas, que habían vivido el sufrimiento más dulce.