La cara de Aitor Sanz al término del partido ante el Éibar era todo un poema. No era para menos. El capitán azul encarriló la eliminatoria con un gran gol en la primera parte y no pudo hacer nada para evitar que en la segunda las cosas se torcieran y el Oviedo saliera del Carlos Tartiere con una derrota que les complica bastante el pase a la siguiente ronda de la fase de ascenso a Segunda. Aitor Sanz, que volvió a marcar un tanto al Éibar como ya hizo la última vez que se enfrentaron en Liga hace tres temporadas, fue uno de los jugadores más destacados en el conjunto azul. El mediocentro corrió y luchó hasta la extenuación contra un rivales rocosos e incómodos como fueron ayer los centrocampistas del Éibar.

«Estamos muy disgustados», decía con gesto serio el capitán azul tras pasar por el vestuario. Y es que el futbolista no ocultaba que la eliminatoria se les ha puesto muy cuesta arriba: «Hay que ser realistas, la eliminatoria está muy difícil; pero aún así tenemos que ir allí a sacar el partido y a dar todo lo que tengamos». Para Aitor Sanz el equipo «hizo una muy buena primera parte», pero acabó pagando «errores puntuales». Y es que en una promoción de ascenso son las pequeñas cosas las que terminan haciendo la diferencia y el experimentado jugador madrileño es consciente de ello: «Sabíamos que en los 'play-off' los pequeños errores se pagan. Al final son esos detalles los que te cuestan los partidos».

El capitán, aún reconociendo esos fallos que tan caro le han costado al equipo azul, también considera que pagaron demasiado precio para lo que se vio de ambos equipos sobre el terreno de juego, sobre todo teniendo en cuenta que los vascos marcaron dos goles en tres lanzamientos entre los tres palos: «Se han llevado demasiado premio para lo que hicieron», se lamentaba el centrocampista.

Lo que no pasa por la cabeza del aguerrido capitán del Oviedo es rendirse por un resultado adverso, por muy duro que sea el rival. «Vamos a ir a Éibar a morir. No tenemos nada que perder. Vamos a intentar pasar la eliminatoria como sea», decía con convicción el centrocampista.

Y la principal razón para dejarse el alma el sábado es una afición que ha respondido en todo momento y que ayer estuvo con el equipo en los momentos buenos y en los malos. «La gente se merece que vayamos a Éibar a por todas. Tenemos que responder ante toda esa gente».