Entre los traspasos millonarios de la trayectoria rojiblanca, el nombre de Quini fue uno de los más repetidos durante varias temporadas. A las tentativas para mejorar las condiciones de su contrato y evitar su marcha, se unió el constante interés del Barcelona por hacerse con sus servicios. La primera propuesta en firme llegó de la Ciudad Condal en 1976. 50 millones de pesetas, 300.000 euros, que recibieron la negativa del conjunto rojiblanco, que quería retener a su estrella por todos los medios. Mucho más tras acordar la marcha de Churruca, su compañero en la delantera. Hubo que esperar cuatro años para ver a Quini vestido de azulgrana. En junio de 1980, el Barcelona se hacía con El Brujo por 480.000 euros. Por entonces, una cifra mareante. En el Camp Nou no le faltaron compañeros a la altura de su leyenda. Entre ellos, Diego Armando Maradona, que iniciaba su etapa en Europa y tuvo en Quini uno de sus grandes apoyos.

Si Barcelona logró reunir a dos astros que marcaron época como Quini y Maradona entre 1982 y 1984, casi treinta años más tarde, la dupla «asturargentina» ha vuelto a repetirse en el ataque culé. David Villa y Messi han liderado la vanguardia barcelonista, contribuyendo a la mejor época de la historia del Barcelona. El de Tuilla, otro genio curtido en el Sporting, tomó el testigo de Quini a lo grande, aunque su camino tuvo como paradas intermedias Zaragoza y Valencia. 40 millones de euros depositaron los azulgranas en 2010 para traérselo del conjunto ché. Una inversión que El Guaje correspondió con goles. El talento rojiblanco ha sido una apuesta segura para el Barcelona. Abelardo y Luis Enrique fueron otras de las figuras que tras despuntar en El Molinón, vivieron sus mejores años deportivos en las filas del equipo catalán.