Le Grand-Bornand,

Carlos DE TORRES

El portugués Rui Costa (Movistar) cantó su segunda victoria en el Tour del centenario merced a un golpe maestro que lo llevó en solitario hasta la meta de Le Grand Bornand, en una jornada sin batalla en torno al podio pero que sirvió al asturiano Dani Navarro, que el jueves cumplió 30 años, para protagonizar otro salto en la general que lo llevaba a la octava plaza.

Gran jugada de Rui Costa, de 26 años, en la etapa reina del Tour. El luso se incrustó en la escapada inicial de 42 corredores y esperó su momento para mover ficha. En el último puerto atacó para alcanzar al francés Rolland, que iba escapado, e iniciar el camino triunfal hasta la meta, donde cruzó con 47 de adelanto sobre el alemán Kloden.

Entre los perseguidores estaba Dani Navarro, el líder del Cofidis, que entró a 1.54 y con la octava plaza de la general en el bolsillo. Un gran salto al «top 10» tras haber protagonizado la mayor progresión en la presente edición del Tour. Dani terminó el primer día en el puesto 179 tras verse envuelto en una caída.

«Entrar en el top 10 era mi objetivo antes de empezar el Tour. Tanto para mí como para mi equipo es muy importante. Hoy (por ayer) ha sido el día en que mejor me he encontrado. Logré pillar el tren de la escapada, pero Rui Costa no pelea por la general, ha reservado energías los últimos días y en la parte final ha demostrado que era el más fuerte de la fuga. Yo intenté arrancar en el último puerto para ver si los pillaba desprevenidos, pero no hubo suerte. Lo he dado todo porque ganar una etapa en el Tour era mi gran ilusión», dijo tras cruzar la meta el gijonés, quinto en la pasada Dauphiné y vencedor de la Vuelta a Murcia.

La etapa, de 205 kilómetros, no incendió el podio. Froome pasó el día a rueda de sus rivales, sin sufrir. Contador no intentó el asalto al líder, y a su vez tampoco tuvo problemas para conservar el segundo puesto ante Quintana y Purito.

Una etapa de montaña con mayúsculas; de grandes expectativas y nulo espectáculo. En total, cinco puertos. De entrada el Glandon y la Madeleine, dos colosos de categoría especial que sumaban más de 40 kilómetros de ascenso. En el Glandon se rompió ya la carrera con una fuga consentida de 42 corredores, en la que no dudó en meterse Rui Costa. También estaban allí Dani Navarro, que ha sabido estar en las fugas más importante para ganar plazas en la general hasta esa octava posición. Inmenso el gijonés, que ha pasado de gregario de Contador a líder del Cofidis.

Fue en el ascenso a la Croix Fry cuando apareció entre una cortina de agua Rui Costa dispuesto a dar cobertura a la segunda victoria del Movistar. En el alto tenía una ventaja de 1.15 sobre sus perseguidores. Suficiente renta para el luso, dos veces ganador de la Vuelta a Suiza, que entró en la meta, esta vez sin echarse las manos a la cabeza, como hizo hace tres días en Gap. Se lo creía más. Era su tercera victoria en el Tour, ya que en 2011 se estrenó en Super Besse.

Luego, como un rosario, los supervivientes de la escapada. Y por detrás no hubo gresca entre los candidatos al podio. La lluvia apagó el incendio que se inició en L'Alpe d'Huez. Después apenas un cambio de ritmo de Purito a un kilómetro de la cima de la Coix Fry que no puso en apuros a nadie. Ya era tarde para sorprender al líder Froome. En el descenso nadie sufrió taquicardias. Los grandes nombres no se jugaron el chasis y el podio se decidirá hoy en la cima inédita del Semnoz.