La expedición compuesta por la montañera Rosa Fernández e Indalecio Blanco y acompañados por el sherpa Dawa han iniciado ya la ascensión definitiva al Aconcagua.

Hoy lunes el grupo tiene previsto buscar la arista Nor-Oeste del Aconcagua. A partir de ahí, ganando altura en zig-zag tratarán de llegar al campamento Berlín a 5.800 metros de altura. El equipo prevé hacer cima el martes y el miércoles poder haber descendido al campamento base para comunicar su hazaña.

Los movimientos definitivos comenzaron el sábado de buena mañana. Los montañeros se instalaron en el Campamento Canadá y allí pasó la noche Indalecio con Dawa, los demás regresaron a la base. Las malas condiciones y las advertencias de los expertos locales hicieron a la expedición tomar todas las precauciones. Al concluir el fin de semana mejoró el tiempo y decidieron ascender todos juntos hasta Nido de Cóndores para psar la noche.

Desde hace diez días nadie ha conseguido alcanzar la cima del Aconcagua así que hay casi 200 personas esperando para iniciar la ascensión definitiva.

Hoy los montañeros salió Nido de Cóndores y tras alcanzar los 5.800 metros de altura estarán a sólo una jornada de la cumbre. La previsión es salir del campamento de Berlín el martes bien temprano para crurzar el filo de la arista NO para llegar a Piedras Blancas. Estarán encontes a más 6.000 metros y a partir de aquí la montaña no perdonará una mala aclimatación.

Una quebrada les llevará al refugio Independencia (el más alto del mundo) y más adelante al Portezuelo de los Vientos. En este punto, a 6.750 metros de altura ya se ve el resto de la ruta

Son conscientes de que aún quedará lo más duro, la temida Canaleta, de fuerte pendiente y pavimentada de grandes rocas inestables donde es fácil perder el equilibrio. Será la prueba de fuego definitiva para Indalecio (para cualquiera que quiera derrotar al Aconcagua). Tras la extenuante Canaleta, sólo quedará acceder a la Arista de los Guanacos y directos a cumbre.

Si todo va bien, los expedicionarios calculan que tendrían que sobrarles unas cuantas horas del martes para regresar a Berlín a dormir. Y el miércoles, ojalá, "estaremos contando desde el campo base que cuatro astures y un nepalí caminaron por el mismísimo techo de las Américas"