Real Sociedad: Zubikarai; Zaldúa, Mikel, Ansotegi, José Ángel; Gaztañaga (Elustondo, min. 66), Zurutuza; Xabi Prieto (Canales, min. 81), Vela, Griezmann; y Seferovic (Chory Castro, min. 60).

Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Xavi (Song, min. 65), Busquets (Bartra, min. 89), Cesc; Pedro (Alexis, min. 76), Messi e Iniesta.

Goles: 0-1, minuto 26: Messi. 1-1, minuto 86: Griezmann.

Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó a Carlos Vela, Gaztañaga y Zurutuza, por la Real Sociedad; y a Busquets y Cesc, por el Barcelona.

Anoeta: Casi lleno. El Barcelona se clasificó por el global de 3-1 para la final de Copa del Rey, que se disputará el 19 de abril frente al Real Madrid. La Federación Española propone el campo de Mestalla como sede.

Después de varios partidos preocupantes, incluido el del Sánchez Pizjuán, el mejor Barcelona reapareció en San Sebastián. Como si hubiesen oído la campana que anuncia el asalto definitivo de la temporada, los jugadores de Martino dieron un golpe de autoridad. No solo redujo a un buen equipo, la Real Sociedad, a la nada, sino que trazó las líneas maestras del plan para jugarse los títulos. Martino volvió a los orígenes, al equipo y el esquema que dibujó frente al Madrid, el que probablemente se juegue el cocido europeo frente al City, con el añadido de Valdés y Neymar. La Real Sociedad, sometida ayer, tuvo al final la recompensa de un gol que mereció más en la ida que en la vuelta.

Cuando el Barcelona se pone a tocar el balón, hasta el infierno más ardiente parece una cerilla. Martino puso las bases para que su equipo tuviese el control del partido y los jugadores hicieron el resto. La declaración de intenciones del técnico, juntando en el centro del campo a Xavi, Busquets, Cesc e Iniesta, tuvo continuidad con la predisposición de toda la tropa. En vez de disfrutar con una salida en tromba de la Real, Anoeta sufrió el bajón de unos primeros minutos de control total del Barça. Pero no con ese ritmo cansino que desespera al más pintado, sino con la tensión propia de los grandes partidos.

Además de la confirmar del pase a otra final de Copa, el partido sirvió de ensayo general para el Barça. Sin la necesidad de salir a por la victoria, como ocurrirá el martes en Manchester, a los azulgrana se les vio especialmente cómodos. A todos. Porque los jugones no sólo disfrutaron con el balón, sino que intentaron recuperarlo con una intensidad desconocida las pocas veces que pasaba a las botas realistas. Para completar el cuadro, los centrales estuvieron siempre atentos a las llegadas de Vela y compañía.

Al Barça solo le faltaba buscar la portería de Zubikarai con un poco más de ambición. Pero bastó un fallo en el control de José Ángel para que se activara la mejor versión de Messi, que enfiló hacia el área y conectó un remate que se le escurrió al portero. Zubikarai estuvo más acertado poco después para tapar un toque cercano de Pedro, tras un pase picado de Cesc. El gol relajó un tanto al Barcelona, lo que permitió a Carlos Vela hacer honor a su fama. Antes del descanso tuvo un mano a mano que salvó Pinto y a los 54 minutos estampó un vistoso disparo curvado en la escuadra barcelonista. Abierto el campo en canal, el Barça pudo lucir su contragolpe y desperdiciar una oportunidad tras otra, hasta que Griezmann dejó su sello en la eliminatoria con el gol del honor.