El Oviedo Moderno tuvo ayer un día grande. Después de que el primer equipo lograra la permanencia en la máxima categoría por la mañana al empatar ante el Granada, el segundo puso la guinda con el ascenso a Segunda División, con lo que el club afianza sus posibilidades deportivas.

La victoria por 2-1 ante el Langreo Femenino dio el ascenso a un equipo de jugadoras juveniles y cadetes que podrán dar un gran paso de calidad la próxima campaña compitiendo en Segunda. Un paso que no pudieron dar en la anterior campaña, a pesar de que lo lograron deportivamente. Y es que el ascenso del primer equipo llegó después de la renuncia de un equipo a jugar en la máxima categoría y ya cuando la plaza para Segunda había sido concedida a otro equipo.

El ascenso del B supone cumplir otro objetivo del Oviedo Moderno esta campaña. La presidenta, Bea Álvarez, así lo había explicado en varias ocasiones. Y ahora, con el B en Segunda División, la diferencia de nivel entre el primer equipo y el segundo se reducirá y eso va a repercutir en un aumento de la competitividad de la enorme cantera de un Oviedo Moderno que crece a pasos agigantados y que ha demostrado ser todo un modelo de gestión y de cuidado de las categorías inferiores.