Comparecieron ayer en Pumarín un grupo de gladiadores que, empujados por los rugidos del público que llenaba las gradas de Pumarín, hicieron historia y se convirtieron en el primer equipo ovetense en superar una eliminatoria de un play-off de ascenso a la ACB. A este grupo de deportistas que coleccionan merecidos elogios les podían entrar los tiros o no, pero en sus rostros nunca se vio un gesto de debilidad ni de desaliento. Errar un ataque significaba defender aún más fuerte la posesión del rival en el siguiente. Lo de ayer fue acompañar el talento con fe y entrega a una causa.

Los combatientes se conocían muy bien. No había sorpresa posible en el guión de esta película. El Leyma se iba a agarrar al talento de Ogirri y Castro y, por encima de todo, al poderío debajo del aro de Cabanas y del increíble Jason Cain, un jugador de otro nivel. Y el Unión Financiera sabía de sobra que sus opciones pasaban por discutirle el rebote a los gallegos (los ovetenses cogieron 29 por 21 de los gallegos) y porque alguno de sus talentosos exteriores amaneciera con el día inspirado. La igualdad se daba por supuesta.

Y la igualdad reinó a sus anchas durante toda la primera parte. La mayor diferencia durante los dos primeros cuartos fueron cuatro puntos: 27-23 a falta de 8.06 del final del primer tiempo. El resto fueron ventajas de tres para uno y otro equipo. Con una de ellas (44-41) se fueron los dos púgiles al vestuario. Lo bueno era que en un intercambio tan acusado de golpes y con un ritmo tan frenético de juego el Unión Financiera podría tener algo de ventaja al contar con un banquillo más numeroso que el del conjunto gallego, que utilizó a tan sólo ocho jugadores.

Pero el triple con el que empató (44-44) el encuentro Ogirri después de casi dos minutos sin que ninguno de los dos equipos anotara tras salir de los vestuarios dejaba bien claro que aún había Leyma para rato.

Le costó enchufarse al Unión Financiera en el tercer período. Pasaron 3 minutos y 25 segundos hasta que un triple de Cárdenas movió por primera vez el marcador local (47-46). Y al talentoso base onubense le cogió el relevo otro de los que lo tiene todo para triunfar en este deporte, Álvaro Muñoz. El alero provocó la tercera personal de Chus Castro con una canasta más tiro adicional y a continuación enchufó un triple para dar la máxima ventaja (53-46) del partido a los ovetenses. Y a una canasta de Cabanas (53-48) respondió con otro triple (56-48). Pero el festival siguió y después de que Juan García anotara dos tiros libres, Álvaro le dio las gracias con un nuevo triple y Bassas anotó otro tiro libre (falló el otro) para poner la máxima ventaja local (62-50) a 22 segundos del final del tercer período.

Y Pumarín, que era ya un hervidero con el marcador apretado, se convirtió en una auténtica fiesta cuando el equipo empezó a coger ventaja. Pero si los elogios para este Unión Financiera están más que justificados, no son menos los que merece el Leyma Coruña, que en absoluto arrojó la toalla en un ambiente como el de Pumarín y con el marcador en contra. Afrontaron los gallegos el último cuarto con diez puntos de desventaja (62-52) y se dejaron la piel para reducir diferencias hasta ponerse a un punto (66-65) a falta de 4.53 y obligar a Arenas a pedir un tiempo muerto.

Pero nada podía interponerse ayer entre estos jugadores y su afición. Un gran Spasojevic, el eterno Víctor Pérez y Cárdenas se pusieron al frente de la máquina y llevaron el marcador a 76-67 cuando faltaban 32 segundos para el final. Una victoria que permite seguir soñando despierto a un Unión Financiera que se acerca a la ACB y que ya se ha ganado a toda una ciudad.

(20-20) (24-21) (18-11) (14-15)

Unión Financiera Oviedo: Cárdenas (7), Álvaro Muñoz (23), Víctor Pérez (8), Juan García (6) y R. Spasojevic (13) -equipo inicial-; Diego Sánchez (2), Agustín Prieto (2), Ferrán Bassas (7), Héctor Macía, Van Wijk (8), Brandon Garret y Adrián Macía.

Leyma Coruña: Cabanas (11), Hernández Martos (5), Ogirri (14), J. Castro (7), Jason Cain (16) -equipo inicial-; R. Amoke, Herrero Giménez (3), Lucas Blasco (11),

Árbitros: José María Terreros y Jorge Muñoz. Excluyeron a Hernández Martos a dos minutos del final.

Polideportivo Pumarín: Lleno. Unos 1.400 espectadores.